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Pablo Pineda

“Un pueblo sucio, a oscuras y convertido en un vertedero”

“Un pueblo sucio, a oscuras y convertido en un vertedero”

El PSOE presenta una moción en el Ayuntamiento de El Campillo para la puesta en marcha de un plan de choque que solvente, “de una vez”, las deficiencias en la limpieza y el alumbrado público y erradique las escombreras urbanas · La medida no prospera pese a la abstención del edil de Urbanismo, Luis Eduardo Delgado (PP), que se desmarcó del voto contrario de su compañera de filas, la primera teniente de alcalde, Manuela Caro, y sus socios andalucistas

“Un pueblo sucio, un pueblo a oscuras y un pueblo convertido en un verdadero vertedero”. Con estas palabras se refirió el viceportavoz del grupo municipal socialista, Pablo Pineda, a “El Campillo que ustedes, PP y PA, construyen, o mejor, destruyen, desde que accedieron al poder en junio de 2011”. Lo hacía en el último pleno extraordinario del Ayuntamiento minero, celebrado el pasado lunes 11 de noviembre a petición, precisamente, del PSOE, en el marco de una moción que instaba a la alianza andalucista-popular a poner en marcha un plan local de choque que pusiera fin a las “enquistadas deficiencias” en la limpieza y el alumbrado público, así como a las escombreras urbanas “improvisadas” en diferentes puntos del núcleo salvocheano. Una imagen que, como continuó el dirigente del puño y la rosa, “sólo puede ser un motivo de vergüenza para cualquiera de los miembros del equipo de Gobierno, por el daño que ocasionan a un pueblo al que se presupone que queréis”.

Pablo Pineda, para el que la escasez de recursos económicos no vale como excusa, “porque ésa ha sido siempre la realidad de un municipio pequeño como el nuestro”, es más que palpable que las calles de El Campillo “están más sucias” desde que arrancara el mandato de PA y PP. Y ello “sin que hagan nada para remediarlo, más allá de descargar las culpas y aumentar la presión sancionadora sobre la ciudadanía, siempre con un afán recaudador, nunca con el objetivo de mejorar en esa asignatura pendiente que es para ustedes, entre otras, la limpieza”. El número dos de los socialistas mineros expuso que la situación se repite en el caso del alumbrado público, tanto en El Campillo como en Traslasierra, “con farolas que se mantienen apagadas por la noche (y encendidas por el día) o que ni siquiera tienen bombillas”. Algo, esto último, que “aún reviste mayor gravedad”, por la inseguridad y el riesgo de caídas, en especial, de las personas mayores, que entraña.

El tercer capítulo al que aludía la moción es a las escombreras que proliferan en el casco urbano desde finales de 2012. Pablo Pineda hizo un recorrido por cada una de ellas, desde la calle Concha Espina hasta el Parque Municipal Los Puentes, en la zona conocida como Grupo Escolar, sin olvidar la última, la más reciente, en el entorno de la rúa Miguel de Unamuno, justo donde acaban las instalaciones deportivas del CEIP La Rábida. “Residuos de todo tipo engullen estos espacios y hasta han supuesto, en unos casos, y suponen todavía, en otros, una amenaza para la salubridad y para las viviendas colindantes”. No en vano, en algunas han llegado a aparecer ratas, “tal y como lo demuestran fotografías que han circulado por las redes sociales”. Desde el PSOE, esta “aberración” es fruto directo de la “más absoluta desidia” de un Gobierno alimentado “más por el odio al oponente que por el amor a su pueblo”, máxime, “cuando hay alternativas”.

El viceportavoz de la oposición no se explica este último episodio después de que ya la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio emitiera la Autorización Ambiental Unificada (AAU), publicada en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) con fecha de 21 de noviembre de 2012, para la Planta de Tratamiento de Residuos de la Construcción y Demolición (RCD) de El Campillo. “Sin estar aún en marcha, y lo saben, porque se lo hemos comunicado en varias ocasiones en este pleno, ya se podrían depositar allí donde se ubicará todos esos escombros, para que puedan ser tratados de inmediato en cuanto las instalaciones entren en funcionamiento”, aseveró Pineda. El socialista también preguntó a PA y PP si había algún expediente sancionador abierto al Ayuntamiento y escenificó su confianza en que no pretendan emplear esos escombros como relleno para luego edificar sobre ellos, pues, “lo avalan expertos en la materia, lo que se construya sobre ellos correría un serio peligro de derrumbe en el futuro”.

“Aún están ustedes a tiempo de rectificar y votar a favor de esta moción para que demuestren que de verdad les importa nuestro pueblo, para que no pierdan el poco crédito que les queda”, concilió Pablo Pineda. “Y no recurran a las cuestiones económicas, porque han heredado uno de los consistorios más saneados de todo el país y han recibido partidas extras importantes procedentes de la Junta, a través del plan contra la exclusión social, o de la Diputación Provincial de Huelva, con los planes especiales de empleo y la concertación, no así del Ejecutivo conservador de Mariano Rajoy, que niega a Andalucía y, por tanto, a El Campillo esas cantidades que sí ha concedido a otras comunidades autónomas como Canarias y Extremadura”. El socialista prosiguió: “si aun así no les llega, siempre les quedará la opción de que el alcalde perciba un salario más responsable, menos elevado, y así, seguro, podrán atender las necesidades básicas de nuestro municipio”.

La respuesta vino del concejal de Urbanismo, Medio Ambiente, Vivienda y Obras y Servicios, Luis Eduardo Delgado Aguilar (PP), que no dudó en dar la razón a los postulados socialistas y reconoció la existencia de carencias en cuanto a la limpieza y el alumbrado y el deseo de que sea una realidad la “necesaria e interesante” Planta de Tratamiento de RCD, que, a su juicio, no lo es ya debido a que el promotor no termina de entregar toda la documentación que se le requiere sobre el proyecto. “Pero hacemos todo lo posible”. El edil popular aseguró, en esta línea, que se ha destinado personal a estas tareas. No obstante, justificó la situación en que “si bien hay quien ayuda, también hay ciudadanos poco sensibilizados que, con su conducta, contribuyen a que haya mayor suciedad”. Con respecto a la iluminación, incidió, ante las dudas del PSOE, en que “sí es verdad que hemos sufrido sabotajes de cuadros” y en que “no disponemos del dinero que quisiéramos y, por tanto, reparamos y reponemos aquellas bombillas que se encuentran en las zonas en las que entendemos que es más urgente actuar”.

En última instancia, Luis Eduardo Delgado Aguilar argumentó que el equipo de Gobierno se vio obligado a buscar emplazamientos para los escombros dentro del casco urbano, “porque es donde tenemos competencias y no estamos sujetos al permiso de la Junta de Andalucía”, después de que se alcanzara el límite autorizado por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en el espacio que había habilitado para ello en los aledaños de la Planta de Transferencia de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) sita en las proximidades de la aldea de Traslasierra. El primer lugar, según afirmó, fue la zona de la calle Concha Espina “con la meta de ensanchar la calle, no de edificar encima, de ahí que dejáramos de arrojar desechos allí”. Con ese mismo fin se eligió, en palabras del edil del PP, el entorno del Parque Los Puentes, cara a una futura ampliación de la barriada. “Ante la queja de los vecinos buscamos un tercer emplazamiento que ya en su día se utilizó con fines similares y por lo que hay una sanción pendiente de ejecutarse contra el Ayuntamiento a la que tendremos que hacer frente”.

Desde la oposición, el concejal Pablo Pineda, a raíz de la insistencia del delegado de Urbanismo, Medio Ambiente, Vivienda y Obras y Servicios, tendió la mano a PA y PP en forma de invitación: “Si es verdad que comparten ustedes con nosotros la preocupación por la pésima imagen de nuestro pueblo y que trabajan para dar una solución a esta problemática, les ruego que voten a favor de esta moción para, juntos, erradicarla. Si no lo hacéis no voy a creer que esa voluntad de solventarla sea sincera”. El alcalde, el andalucista Francisco Javier Cuaresma, abrió el turno para el refrendo. La iniciativa fue tumbada por los cuatro ediles del PA y la primera teniente de alcalde, la conservadora Manuela Caro. El popular Luis Eduardo Delgado Aguilar, a diferencia de su compañera de filas, optó por la abstención. Un gesto “plausible”, como sostienen desde la Casa del Pueblo, pero insuficiente para que el plan de choque saliera adelante. El sí de los cinco integrantes del grupo municipal socialista no bastaba.

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