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Pablo Pineda

El PA no planteó a IU una propuesta "clara" de gobierno

El PA no planteó a IU una propuesta "clara" de gobierno

EL CAMPILLO. Aún  permanecen encendidos en El Campillo los últimos rescoldos de la decisión del candidato de IU, Álvaro Romero, de aliarse con el PSOE e impedir así el acceso, por vez primera en la historia, del PA a la Alcaldía minera, después de que las dos listas obtuvieran un rédito de cinco concejales, con una diferencia de 60 votos a favor de los nacionalistas. Una postura hecha efectiva en el pleno de constitución de la nueva Corporación municipal celebrado el pasado sábado y que ha suscitado la existencia de “posiciones encontradas” en el seno de la coalición, en el contexto de las diferencias tradicionales existentes entre las direcciones locales de ambas formaciones de izquierda. El nuevo portavoz y único edil de IU en el Consistorio campillero considera, en este sentido, que, por su juventud (tiene 23 años), es ajeno a esa confrontación propia de un pasado “turbio” que cree necesario enterrar. De ahí, su apoyo a la nueva regidora socialista, Encarnación Palazuelo.

 

Ése fue el principal dilema ante el que se situó Romero a lo largo de las tres semanas de negociaciones que separaron la cita con las urnas de la configuración definitiva del Ayuntamiento. Su resolución, favorable para los intereses del PSOE, al tratarse, según manifiesta, del único partido que le daba una oportunidad explícita de formar parte de un equipo de Gobierno (ocupará el cargo de primer teniente alcalde) a través del cual desarrollar su programa electoral. Un hecho al que añade la “experiencia” de una fuerza política que también dirige el resto de las administraciones.

 

Opuesta fue la propuesta recibida por parte del PA, cuyo líder, Francisco Javier Cuaresma, se limitó, en palabras de Romero, a pedirle su apoyo incondicional para, una vez investido como regidor campillero, sentarse a hablar. Un hecho que sembraba claras dudas sobre el papel que desempeñaría el único edil de IU durante el recién inaugurado mandato y que, unido a la pérdida de peso de los andalucistas en el conjunto de la comunidad autónoma, desembocó en la desestimación de una posible unión con los nacionalistas. Y es que esta serie de circunstancias no dotaba de argumentos al izquierdista para obviar las directrices de la dirección provincial de la coalición, enfocadas hacia el denominado pacto de progreso.

 

Con el fin de atajar las críticas que haya podido generar en algunos de sus votantes, el portavoz de IU sentenció que “ellos han depositado su confianza en mí para que gobierne y, tras los resultados electorales, la única forma de hacerlo era junto al PSOE”. Un punto en el que recordó que Cuaresma es un “tránsfuga” que abandonó en 2003 las siglas de la coalición para formar parte de la candidatura del PA y que, como tal, había podido arrebatarle votos a su antiguo partido.

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