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Pablo Pineda

“Tenemos que aunar a los siete pueblos de la Cuenca bajo la idea de comarcalidad”

“Tenemos que aunar a los siete pueblos de la Cuenca bajo la idea de comarcalidad”

Susana Rivas Pineda, de 33 años de edad, aspira a representar a la provincia de Huelva, en especial, a su tierra, la Cuenca Minera y, en concreto, a su pueblo, El Campillo, en el Parlamento de Andalucía, después de ser designada como la número 5 en la lista presentada a las Elecciones Autonómicas por el PSOE de Huelva. Licenciada en Historia, esta campillera aporta al socialismo el espíritu crítico, la vitalidad y el empuje propios de la juventud, cualidades que la convierten en una garantía para que ninguna de las múltiples reivindicaciones socioeconómicas de la comarca quede silenciada en el seno de un hemiciclo en el que se dirime el futuro de cada rincón de la comunidad autónoma, de todos los andaluces.

Afrontas el reto de representar a la provincia de Huelva y, en concreto, los intereses de la Cuenca Minera y El Campillo en el Parlamento de Andalucía desde los principios socialistas. ¿Cuáles son las sensaciones iniciales?

Aunque ya llevo una etapa de militancia socialista y un mandato como concejal de Juventud de El Campillo a las espaldas, mantengo ilusión, muchas ganas de trabajar y, principalmente, una gran responsabilidad por el hecho de representar a la Cuenca Minera y a El Campillo, mi tierra, en estas Elecciones Autonómicas.

¿Qué supondrá para El Campillo y el conjunto de la Cuenca Minera contar con la socialista Susana Rivas Pineda en el hemiciclo en el que se decide el futuro de la totalidad de los andaluces?

Nuestra comarca tendrá a una persona que velará por la satisfacción de las necesidades de nuestra tierra de un modo directo, cara a cara ante el resto de diputados de la Cámara andaluza, de la que depende, en última instancia, como comentas, el conjunto de medidas a desarrollar en toda la región y, por tanto, también en la Cuenca.

La importancia de su candidatura radica en que hasta ahora sólo un campillero ha formado parte de la Cámara andaluza, el ex alcalde Fernando Pineda. ¿Emerge su inclusión en la candidatura del PSOE como una apuesta decidida del partido por la Cuenca Minera y su desarrollo?

Teniendo en cuenta que la minería es una de las opciones de futuro de la zona y hay planes de viabilidad sobre la mesa, la realidad es que estamos ante el momento idóneo para que la Cuenca esté representada de nuevo en el Parlamento andaluz.

Además de ser sobrina del ya retirado de la vida política regidor de El Campillo, el que también fuera vicepresidente de la Diputación Provincial de Huelva, compartió con él, como compañera de Gobierno municipal, su experiencia como concejal de Juventud del Ayuntamiento de El Campillo en el mandato 1999-2003. ¿En qué medida ha contribuido su trayectoria junto a Fernando Pineda a la conformación de su actual conciencia política?

Muchísimo. Me ha marcado desde pequeña. Y he aprendido bastante, tanto de él como de otros familiares. Y seguiré aprendiendo.

No obstante, usted, a sus 33 años, cuenta con el aval y el impulso propio de la juventud. ¿Qué nuevas corrientes e ideas la definen al margen de las influencias recibidas? ¿Cuál es su aportación a los principios del socialismo?

Me alegra que me hagas esa pregunta porque, en ese sentido, desde la óptica socialista, he visto ciertos avances dentro de la ideología, del Partido Socialista en general, pero me gustaría centrarme en los avances que he observado en la Cuenca. Ya decía antes que parto con mucha ilusión. Y parto con mucha ilusión porque es interesante la apuesta que se está haciendo por aunar a los 7 pueblos bajo la idea de comarcalidad. Es una necesidad sobre la que se viene hablando desde hace mucho tiempo, pero el cariz que está tomando ahora indica que esa idea está empezando a calar en la zona. Estamos en un buen momento para que esa idea se haga realidad.

De hecho, se puede decir que esa unidad de toda la comarca, de sus dirigentes políticos y el resto de agentes sociales, es esencial para el alcance de la meta de la definitiva diversificación socioeconómica.

Claro. Se trata de lograr el consenso para que, realmente, nos demos cuenta ya de una vez por todas de que, como no sea luchando juntos, obviamente, nunca vamos a ganar. La meta es aunar esfuerzos para que la Cuenca, todos los ciudadanos de la Cuenca, salgamos ganando.

Usted será, en cierta medida, casi con total seguridad, la portavoz de esa ciudadanía minera a la que acaba de hacer referencia tras los comicios del 9 de marzo, de sus inquietudes, así como garante de la solución a sus problemas.

Ése es, al menos, el reto que, desde mi humildad, me he marcado. Es algo difícil, pero que asumo con un gran orgullo y una gran ilusión. Siempre trataré de escuchar a nuestros vecinos y ayudarles en todo lo que esté en mi mano para dar una solución a sus problemas. Y, desde luego, lucharé por esa unidad que necesita la comarca.

“La recuperación de toda la faja pirítica, una de las prioridades socialistas”

Primera sesión en el Parlamento de Andalucía. ¿Qué reivindicaciones dirigidas al desarrollo social y económico de El Campillo y el resto de la Cuenca haría públicas en su primera intervención con carácter de urgencia?

Empleo. Desde el Gobierno Socialista se han dado pasos importantes. Pero, el paro lo seguimos arrastrando, es un problema acuciante. ¿Por dónde podemos encontrar una vía de escape? Pues ahora estamos ante la posibilidad, y lo tenemos proyectado en Huelva, de volver a retomar la faja pirítica, de volverla a poner en acción. Ésa es la idea, apostar por la minería, por un plan de viabilidad, pero siempre desde el respeto a los avances que se han venido desarrollando en los últimos años en materia de turismo, agroindustria y otros sectores económicos.

“Las esenciales N-435 y A-461 abrirán las puertas a esas nuevas industrias que tanta falta nos hacen en la comarca”

La escasez de alternativas de empleo, acompañada del consiguiente éxodo rural, es la evidencia más palpable de los problemas que azotan a la Cuenca Minera desde el cierre de la línea del cobre. ¿En qué medida cambiará este clima de incertidumbre una vez ejecutados los ya aprobados, por parte del Gobierno central y la Junta de Andalucía, desdobles de las carreteras N-435 y A-461?

Son proyectos esenciales que supondrían un enorme avance. Abrirán nuevas y más desarrolladas vías de comunicación para que sea factible la llegada de esas grandes o medianas industrias que tanta falta nos hacen.

¿Se trata de un espaldarazo definitivo para una comarca que ha logrado moderar el impacto de la crisis de la minería con actividades como la agricultura de cítricos, la industria del plástico y el turismo?

Sí, pero todavía quedaría mucho más por hacer. No supondrán el fin de nuestra lucha. Detrás vendrán nuevos retos. Tenemos que enfrentarnos al cambio climático, defender el desarrollo sostenible, algo fundamental en esta tierra profundamente antropizada por el laboreo minero. Tampoco se pueden olvidar fenómenos como la inmigración. Hasta ahora, en la zona no ha sido muy acuciante, aunque ya está llegando mano de obra contratada en origen para trabajar en Río Tinto Fruit. Cuando se produzca un desarrollo socioeconómico mayor su incidencia será más alta. Son situaciones que se nos plantean de cara al futuro. ¿Las armas que tenemos para afrontarlas? El optimismo y la confianza en un futuro de prosperidad.

“Los grandes proyectos no se ejecutan en 4 años, no podemos limitarnos a la mediocridad”

 ¿Se puede decir entonces que la Cuenca quedará emplazada, gracias a esas infraestructuras, en un punto estratégico para seguir avanzando en su diversificación, al estar comunicada por autovía con Huelva y Portugal a través de la A-49; y Sevilla, Extremadura y el norte de España mediante la Ruta de la Plata?

Claro, no es que el desarrollo socioeconómico de la Cuenca Minera dependa únicamente de los desdobles de la N-435 y la A-461, pero son medidas que ayudarán mucho. Ahora bien, son pasos que se van dando poco a poco. Sería un error pensar que van a estar en 4 ó 5 años. Su ejecución, por las dimensiones del proyecto, llevará tiempo. La N-435 tiene el problema del impacto medioambiental, porque pasar por la Sierra es muy complicado. Habrá que hacerlo por tramos y plantearse de la manera más respetuosa para el entorno, en nuestro afán por el desarrollo sostenible.

Precisamente, esos largos e insoslayables trámites burocráticos que conlleva la realización de todos los grandes proyectos de infraestructuras se han traducido en un ambiente de desconfianza por parte de la ciudadanía, cansada de esperar la llegada del pleno desarrollo a una tierra que ya fue el motor económico de la provincia.

Sí, estoy totalmente de acuerdo. Los ciudadanos, a menudo, creemos que cada punto de un programa político se va a desarrollar en sólo 4 años. Y no es así. Algunos de nuestros proyectos actuales son a medio plazo, no inminentes. No nos podemos limitar a pequeñas cosas, no nos podemos conformar con la mediocridad, porque, de esa forma, nunca conseguiríamos nada. Tenemos que pedir lo imposible para alcanzar todo lo posible. Eso es algo que tiene que percibir la ciudadanía. Nosotros no somos más que instrumentos en sus manos. Nuestro papel es escucharlos, recoger sus demandas e intentar buscar soluciones. Y eso lleva su tiempo. ¡Que tenemos problemas en la comarca! Muchísimos todavía. Nos debemos a los ciudadanos. Por ello, el programa del PSOE se ha hecho con asociaciones, con la participación de todos los colectivos.

En ese sentido, apuntabas la posible reapertura de la mina, de la que se habla desde hace meses, con la llegada de Emed Mining. Pero quizás se respira entre la ciudadanía un ambiente de escepticismo, cansada ya de tantos engaños y movimientos especulativos.

El escepticismo que existe en la ciudadanía en ese sentido es lógico. La idea no sólo es la reapertura de esta mina, sino recuperar el conjunto de la faja pirítica. Se ha trasladado este proyecto al Gobierno Socialista de la Junta de Andalucía. El problema es que ya todos conocemos el proceso que derivó en la crisis del cobre, el desarrollo posterior de la actividad minera en los años siguientes, conocimos los problemas de MRT SAL, sin olvidar casos cercanos como el de Minas de Almagrera... Pues claro, esto crea escepticismo. Y no sólo en la ciudadanía, también en la propia Junta de Andalucía. Por eso, cuando te presentan un plan de viabilidad, hay que sentarse con calma, estudiarlo.

¿Cómo va a convencer a sus vecinos campilleros y del resto de la Cuenca de que ese anhelado progreso llegará de la mano de los socialistas?

Tengo tanta ilusión y tantas ganas de trabajar que cuando hablo con los vecinos, realmente, me creo lo que les estoy contando, porque soy optimista y confío en este futuro que les explicamos. Es cierto que hay escepticismo, hemos pasado tiempos difíciles y eso mina la aceptación, desmotiva. Mi mensaje es nuestro propio reto: la lucha contra el cambio climático, la igualdad, la creación de empleo, la plena integración de los inmigrantes... Son metas que encaramos de un modo diferente al PP, con el optimismo y la confianza que da cumplir el compromiso adquirido en 2004 con la totalidad de los ciudadanos. El PP los afronta con pesimismo y temor. No se va a romper España, no se va a romper la familia, no vamos a caer en una crisis económica tremenda. La economía ha avanzado y se han puesto las bases para afrontar la desaceleración económica internacional, gracias a que el Gobierno ha cosechado un superávit del 2%.

A nivel nacional, el PP utiliza el actual contexto de crisis económica como arma arrojadiza contra el Gobierno de Zapatero. Y lo hace con referencias directas a la subida de los precios de los productos más básicos, como la leche, el pollo...

Cuando el PP estuvo gobernando durante 8 años se llevaron a cabo medidas tan drásticas y hostiles como el ‘Decretazo’, potenciando un empleo precario. Algo que conlleva la existencia de mayor desigualdad y una menor ayuda a las personas que más lo necesitan. Sin embargo, durante estos 4 años de Gobierno Socialista, el hecho de que la economía haya crecido ha supuesto cada año una subida de las pensiones y que la Seguridad Social se haya ido cubriendo con fondos para garantizar las pensiones del futuro, sin olvidar la subida del salario mínimo, el doble de lo que creció durante los 8 años de poder de Aznar.

No se debe desvincular ese alza de los precios y el daño que causa al bolsillo de cada familia de la subida desorbitada del coste de un barril de petróleo. ¿La invasión de Iraq promovida por Estados Unidos con el apoyo del Gobierno de Aznar (PP), con claros fines imperialistas, se halla en el origen de esta situación?

Exactamente. Y no se puede olvidar que estamos ante una crisis internacional que afecta a todos los países, no sólo a España. Algunos estados ya han tenido que tomar medidas drásticas contra esta situación, mientras que España, de momento, cuenta con las bases para afrontarla con garantías. Nuestro país es la octava potencia mundial, lo que se traduce en un claro mayor bienestar social para los ciudadanos. Incluso, hemos conseguido poder ser más solidarios con los países más pobres, cooperar más en su desarrollo. Somos uno de los pocos países que ejecuta la aportación del 0,7 por ciento.

¿Puede haber cierta demagogia por parte del PP al utilizar electoralmente esa subida de precios, ese dolor que sufren los bolsillos de los ciudadanos, cuando en realidad una causa importante se halla en esa invasión de Iraq, una acción que contó con la oposición de millones de españoles que salieron a la calle para reivindicar la paz?

El mensaje es tan pesimista y tan negativo que, a mí, cada vez que los escucho, me viene a la cabeza una frase de una canción de Serrat que dice que “Los macarras de la moral anunciando apocalipsis van de salvadores”. Se ajusta perfectamente a la campaña que desarrolla el PP con los obispos como teloneros. ¿Demagogia? Cuando ellos gobernaban hubo una crisis económica tan grave que provocó que el PP abandonara el Gobierno con una tasa de paro del 11,5 por ciento. Ahora, con Zapatero, en 4 años (ellos estuvieron 8), el paro se ha reducido al 8,5 por ciento. Algo que ellos calificaban como una utopía, un milagro. Y se ha cumplido. Cómo es posible que ahora hablen de crisis económica. Tratan de engañarnos. Por eso están en contra de la Ley de Memoria Histórica, porque ellos siempre pierden cuando se recuerda el pasado.

“La Ley de Dependencia cumple un doble objetivo: atiende a mayores mientras crea empleo para jóvenes”

La Ley de Dependencia supone un hito sin precedentes en las políticas sociales de nuestro país, en la medida en que dará amparo a todas aquellas personas que, por alguna discapacidad, carecen de autonomía.

La Ley de Dependencia ha sido una revolución y, además, pionera. Imagina la cantidad, sobre todo, de mujeres que por el hecho de tener un familiar mayor o dependiente, prácticamente, no tiene vida personal, porque las 24 horas del día van enfocadas al cuidado de esa persona. Esta Ley supone un apoyo económico para estas familias que dice el PP que vamos a romper. Es una mejora sin precedentes. Ahora bien, en principio, se están atendiendo los casos de graves dependencias, pero a lo largo de los siguientes años, si volvemos a ganar las elecciones, se ampliará la Ley a las personas con dependencias moderadas y leves. Llevará su tiempo. El ciudadano tiene que reflexionar sobre esa necesidad de que para que las cosas puedan hacerse bien deben tener sus plazos.

Su ejecución en la práctica debe venir acompañada de generación de empleo. De lo contrario, las administraciones no podrán cumplir su obligación de asistir a todos aquellos ciudadanos que lo necesitan.

Lógicamente. En Huelva, sólo en nuestra provincia, se prevé la creación, en los próximos años, de unos 6.700 puestos de trabajo derivados, en exclusiva, de la Ley de Dependencia.

¿Hasta qué punto se beneficiará de esta ley la Cuenca Minera, donde, por su situación de crisis, es, si cabe, más patente la presencia de personas dependientes, dado el amplio porcentaje de mayores que integran su padrón?

Para la Cuenca es muy importante esta Ley, precisamente, porque hay una población mayor bastante amplia. Muchas de estas personas mayores viven solas y necesitan esa ayuda de cuidadores no profesionales o de centros de día. Ya tenemos asociaciones esenciales en este ámbito como la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (AFA) de El Campillo, ASPROMIN o la asociación de dependientes Athenea de Nerva.

Y al mismo tiempo se asientan las bases de nuevos yacimientos de empleo que pueden contribuir a moderar el éxodo de jóvenes.

Ése es el doble objetivo de esta Ley. De hecho, antes de que viera la luz, los ayuntamientos, la Mancomunidad y otros centros que se dedican a la formación no reglada, ya impartían cursos de ayuda a domicilio destinados a la atención a los mayores y demás personas dependientes, con el fin de cubrir la demanda que abriría luego la aprobación definitiva del texto.

“Zapatero ha demostrado que política económica y política social son perfectamente complementarias”

Otras medidas como la Ley de Igualdad, la aceptación del matrimonio civil entre personas de un mismo sexo o la regularización de inmigrantes que vienen a  cubrir una oferta laboral no demandada por los ciudadanos españoles hace hablar de la legislatura de Zapatero como la del impulso, la ampliación, de los derechos sociales.

Si algo se ha demostrado en esta legislatura es que política económica y política social son totalmente complementarias. Eso es lo que se ha conseguido con la Ley de Dependencia, la Ley de Igualdad y otras leyes que amparan los derechos sociales y que nos han hecho ganar a todos en bienestar social. Las importantes inversiones acometidas para el desarrollo de estas políticas sociales no sólo no han mermado las arcas del estado, sino que hasta se ha conseguido cerrar el mandato con superávit.

Esta política social, con frecuencia, ha chocado con la oposición del PP, el mismo que, en su periodo de Gobierno aprobó una inconstitucional Ley de Extranjería que dejaba a los inmigrantes al margen de derechos fundamentales como los de reunión, asociación o manifestación.

Acciones como ésa suponen una prueba de las muchas diferencias existentes entre la izquierda y la derecha, entre PSOE y PP. Ellos pretenden hacernos creer que son de centro. Yo no lo creo, basta con escucharlos. Una persona de centro no puede decir que los inmigrantes vienen a España a descoser las costuras de nuestra Seguridad Social, de nuestro sistema sanitario. Son manifestaciones propias de la derecha, de personas muy de derechas, porque están negando al colectivo de inmigrantes (algo que también fuimos los españoles en Francia o Alemania) el derecho a recibir una atención médica de calidad. Estaríamos ante una sociedad excluyente. Eso no lo permitimos los socialistas. Nosotros trabajamos por una sociedad que respete los derechos de todos. No se puede tener un discurso como el que lleva el PP, acompañado por los obispos, planteando ideas como que las personas que no se quieren tienen que vivir juntas y las que se quieren no pueden hacerlo por ser de un mismo sexo. Eso es excluir. Y la exclusión social siempre ha sido un hábito puro y duro de la derecha.

La reforma laboral socialista, fruto del consenso con todos los agentes sociales, ha multiplicado la contratación indefinida en los últimos años. La actuación del PP, en ese sentido, sin embargo, se limitó a un unilateral ‘decretazo’ también declarado inconstitucional que limitaba las prestaciones por desempleo. ¿Son estas medidas antitéticas otra muestra clara de esa diferencia entre la ideología de izquierda y la de derecha?

Totalmente. Y ahora sale Rajoy diciendo que ellos claro que se preocupan por los trabajadores. Si se preocupan tanto por los trabajadores, por qué en los 8 años de Gobierno de Aznar congelaron sueldos, por qué no pusieron en vigor la Ley de Dependencia, por qué nos llevaron a los tribunales por la Ley de Igualdad. No creen en los derechos sociales.

“El 9 de Marzo hay que defender la alegría y votar”

Desde las filas socialistas se vaticina que una participación del 80 por ciento en las elecciones generales y autonómicas aseguraría una mayoría amplia a Zapatero y absoluta a Chaves. Sin embargo, una escasa afluencia de votantes juega a favor del PP. La movilización de la ciudadanía es, por consiguiente, esencial.

Está demostrado que cada vez que hay una amplia abstención en las urnas gana la derecha. Por ello, lo que le diría a los ciudadanos es que se planteen si quieren seguir manteniendo esa alianza que ha existido todos estos años entre ellos y el PSOE, en los que hemos trabajado conjuntamente por nuestra tierra, o si, por el contrario, prefieren un partido de derecha que ha culpado a todos los andaluces de su derrota en las urnas manifestando que somos un pueblo de incultos, de vagos y subsidiados. Pido, sobre todo a los jóvenes, los auténticos protagonistas del futuro, que no se dejen insultar y que no dejen que nadie decida por ellos. Como dice la Plataforma de Artistas que ha apoyado al Partido Socialista, el 9 de marzo hay que defender la alegría, hay que votar al Partido Socialista, que es un instrumento en sus manos para buscar soluciones a sus problemas. Un Gobierno del PP significaría un retroceso. El proyecto de los últimos 4 años quedaría parado, porque ellos no han estado de acuerdo con las políticas sociales que se han llevado a cabo, se han limitado a entorpecer la labor del Gobierno.

El denominado ‘voto útil’ también desempeñará un papel trascendental para las aspiraciones socialistas contra la siempre estricta disciplina y unidad de la derecha. ¿Cuál es su mensaje a aquellas personas de izquierda que, en otras ocasiones, han apoyado a formaciones minoritarias?

Hay algo que siempre me ha dado rabia o, incluso, envidia: que la derecha haya sido capaz de unificar todos los puntos, todas las opciones, bajo un mismo partido. Algo que la gente de izquierdas no hemos sido capaz de hacer en todos estos años. Aunque cuando hemos pasado por épocas difíciles sí hemos llegado al consenso. Mi ilusión es que la izquierda también se una.

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