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Pablo Pineda

El PSOE aparca la convocatoria de una huelga general en la Cuenca Minera

Los socialistas rechazan la propuesta de UGT para esperar “un tiempo prudencial” la reacción de las administraciones a las medidas de choque demandadas por los alcaldes

CUENCA MINERA. El especial plano de incertidumbre dibujado sobre la Cuenca Minera en los últimos meses para enraizar aún más, si cabe, el contexto de crisis socioeconómica que asfixia a la zona desde el declive de la minería, reflejado, sobre todo, por movilizaciones laborales en sectores como el del plástico, el agroalimentario o, incluso, el sanitario, desembocó el pasado martes en un nuevo golpe sobre la mesa por parte de los ya “desesperados” dirigentes políticos de la comarca. El Pleno de la Mancomunidad aprobó, por unanimidad, una propuesta de resolución con la que los distintos grupos políticos que la conforman (PSOE, IU, Giner y PA) acuerdan prestar su apoyo institucional al tejido empresarial de la Cuenca, en especial, a aquellas entidades que atraviesan un contexto de serias dificultades. En concreto, con este documento que será remitido a la Junta de Andalucía y al Consejo Comarcal para el Desarrollo Socioeconómico, exigen el mantenimiento de todos los empleos existentes, así como que se garantice la viabilidad económica, social y medioambiental de los nuevos proyectos de desarrollo que pretendan asentarse en la tierra minera.

No obstante, la reacción política pudo ser de mayores dimensiones. Pero el PSOE rechazó la convocatoria de una huelga general planteada por los líderes sindicales de la empresa Tubespa, Juan Carlos Maniviesa y Raúl Delgado, ambos de UGT. La explicación del presidente del ente supramunicipal y alcalde de Zalamea la Real, el socialista Vicente Zarza, se centró en la “conveniencia” de esperar durante un “tiempo prudencial”. Su objetivo, comprobar la reacción de las administraciones ante la demanda de una implicación máxima que derive en la ejecución inmediata de medidas de choque destinadas a corregir la brecha socioeconómica que separa a la Cuenca Minera de otras áreas geográficas de la provincia onubense. Delgado aseveró que el apoyo era bien recibido, aunque “insuficiente”. El ugetista abogó por una acción de protesta conjunta en la que, encabezados por los ayuntamientos, participaran empresas, comercios, sindicatos y vecinos y que culminara con una visita al presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, para “ilustrarle la realidad de la comarca”. Su compañero Maniviesa, en este sentido, rememoró las recientes palabras pronunciadas en la zona por el secretario general de UGT-Andalucía, Manuel Pastrana, quien ya pedía hace varias semanas una movilización masiva con los alcaldes al frente.

La gota que ha colmado el vaso es, precisamente, la situación de los 85 componentes de la plantilla de Tubespa, que ven peligrar sus puestos de trabajo como consecuencia del anuncio de la Caja de Ahorros Cajasol, el principal accionista, de vender la firma a la compañía ALA. Ahora bien, éste no es el único frente abierto. Los empleados de mantenimiento del Hospital Comarcal de Riotinto se hallan en huelga indefinida por el “incumplimiento”, por parte de Ferrovial, del convenio colectivo del metal (el que rige esta actividad) puesto en marcha el pasado verano. Denuncian que se ha dejado de aplicar a sus salarios una subida del 16 por ciento desde el pasado 1 de enero de 2008, lo que supone una merma media en sus ingresos de alrededor de 4.000 euros por cada operario. Y en el ámbito agroalimentario, a los retrasos en el pago de las nóminas en los que incurre Nerva Croissant, que también han motivado paros en las últimas fechas, se suma la considerable reducción del número de peonadas que, durante la pasada campaña, causó en Río Tinto Fruit la salida directa de naranjas, su exportación sin pasar por la central hortofrutícola.

Ante este azote de inestabilidad laboral en sectores que fueron “bandera de la primera diversificación”, los alcaldes recuerdan a las diferentes administraciones la condición histórica que situó a la comarca como motor de la economía de Huelva y uno de los pilares fundamentales de la región y el país. Por ello, consideran que todos los agentes sociales deben optar por la unidad para lograr un trato compensador, una discriminación positiva que devuelva a la zona la trascendental aportación realizada en el pasado. Algo en lo que los trabajadores de Tubespa coinciden con los regidores socialistas, que gobiernan seis de los siete municipios mineros (el mando de Nerva recae en el Giner). Ambos abrazan la idea de una concentración de fuerzas políticas y sindicales como vía de escape de la dramática crisis que ahoga a la Cuenca desde el desplome del cobre. La diferencia está en los matices. El PSOE apuesta por la prudencia, al menos de momento, mientras que los líderes sindicales tienen las espadas en alto. Sólo falta ver por cuanto tiempo serán capaces los socialistas de contener la embestida de quienes temen por su futuro.

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