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Pablo Pineda

Apelan al consenso para afrontar los urgentes retos de la Cuenca

Apelan al consenso para afrontar los urgentes retos de la Cuenca

El desdoble de la N-435 y el ansiado polígono industrial comarcal se mantienen como las demandas esenciales, sin obviar el esclarecimiento definitivo de la viabilidad o no de la reapertura de la línea del cobre

CUENCA MINERA. Arranca un nuevo periodo de gobierno en la Mancomunidad de la Cuenca Minera de Río Tinto bajo el mando del alcalde de Zalamea la Real, Vicente Zarza (PSOE), en un contexto marcado por la agridulce victoria electoral de los socialistas en el conjunto de la zona. A pesar de que mantienen la mayoría absoluta y ostentan seis de las siete alcaldías de la comarca (una más que en la recién finiquitada legislatura), la caída en Nerva frente al Giner y el retroceso experimentado en Minas de Riotinto y El Campillo, donde siguen en el poder merced a pactos de gobierno con PA e IU, emergen, para el PSOE, como una advertencia de cara a próximas citas con las urnas. Sólo el giro registrado en Zalamea la Real y La Granada de Riotinto, pueblos en los que Vicente Zarza y Rocío Ruiz han desbancado a IU y PP, ha permitido a los socialistas conservar su tradicional posición preponderante en el seno del ente supramunicipal. De ahí la coincidencia de los distintos grupos al valorar como de “especial importancia” el intervalo de cuatro años que se abre en el horizonte y resaltar la necesidad de tejer un clima de consenso que favorezca el desarrollo de una de las tierras más desfavorecidas de la comunidad andaluza.

Desde la conciencia de la urgencia de dejar atrás las tendencias localistas de unos municipios que, en los últimos años, han actuado con frecuencia al margen de la “trascendental” unidad comarcal, el nuevo presidente de la Mancomunidad apela al entendimiento de todas las fuerzas políticas y el resto de los agentes sociales para afrontar los perentorios retos de la Cuenca en su búsqueda del desarrollo económico. El primer paso que, en esa dirección, dará Vicente Zarza, según anunció, será la reactivación de un Consejo para el Desarrollo Social y Económico de la Cuenca Minera que, formado por políticos, sindicatos y empresarios, ha quedado relegado a un papel testimonial a lo largo del último mandato. Este instrumento debe ser, de hecho, a juicio del portavoz del Giner y regidor de Nerva, Domingo Domínguez, el foro en el que se debatan los verdaderos problemas que azotan a la zona y, en consecuencia, sus posibles soluciones. Un punto en el que se halla en armonía con el presidente del organismo supramunicipal, quien espetó que este órgano “profundizará en la vertebración de la comarca” a través de la coordinación de aquellos planteamientos que emanen desde el seno de los agentes sociales.

Las infraestructuras se erigen, en ese sentido, en la asignatura pendiente de la Cuenca. El desdoble de la carretera N-435, que une Huelva con Badajoz; la mejora de las comunicaciones internas o la construcción del anhelado polígono industrial comarcal; sin olvidar el centro de I+D+i del plástico, vital para la consolidación de esta incipiente industria en la zona, son, desde la perspectiva de Zarza, esenciales para el progreso del área minera. Unas demandas a las que Domínguez agrega el proyecto de la autovía Sevilla-Lisboa en su opción sur, la cual contempla el paso de la misma por el norte de la Cuenca y que, unida a la N-435 y la Ruta de la Plata, dejaría a la comarca, de llevarse a cabo en la práctica, en un lugar óptimo para la atracción de nuevas empresas.

Es ahí donde el presidente de la Mancomunidad pretende apoyarse en un diálogo fluido con las administraciones provincial, autónoma y central, así como en un empleo racional y consensuado de las inversiones que posibilite a la zona despertar del letargo en el que se haya sumida. La agilización de los ineludibles trámites para la concreción del desdoble de la N-435, del que, como aseguran todos los representantes de la zona, depende el futuro de la Cuenca Minera, es, en este sentido, la prioridad. El siguiente paso, el polígono industrial comarcal, un apartado en el que, sin embargo, el alcalde de Nerva consideró “inadmisible” que los distintos ayuntamientos trabajen en la redacción de sus planes generales de ordenación urbana (PGOUs) sin antes sentarse juntos para buscar el espacio más adecuado para su ubicación.

Pero también la permanente sombra de la minería vuelve a cobrar protagonismo en el escenario político tras la aparición de Emed Tartessus y su firme intención de reabrir la línea del cobre. El máximo dirigente del Giner criticó la falta de información sobre el proyecto recibida desde las administraciones. Para Domínguez, resulta irrenunciable el esclarecimiento definitivo de la viabilidad o no de la actividad minera, en la medida en que con ella “se podrían alcanzar cifras cercanas al pleno empleo en la comarca”. Y si, por el contrario, sólo se trata de una nueva “venta de humo” a la ciudadanía “debemos denunciarlo”.

La suma de esfuerzos es, de igual modo, el centro del discurso del portavoz de IU, el ex alcalde de Zalamea la Real Marcos García, aunque, bajo un tono de cierto escepticismo, deja la factibilidad de la misma en manos del grupo mayoritario, el PSOE. Bajo su punto de vista, es este partido el que debe optar por “democratizar” la Mancomunidad de la Cuenca Minera mediante la inclusión en el equipo de Gobierno de la totalidad de las fuerzas políticas que la constituyen (PSOE, IU, Giner, PP y PA). Ésa es, también a su juicio, la mejor arma para luchar contra los altos índices de desempleo y el consecuente éxodo de población que sufre la comarca.

Competencias y financiación, ejes del debate interno

Asuntos propios del funcionamiento interno de la Mancomunidad y que, como tales, resultan fundamentales para el cumplimiento de los objetivos de la misma, centrados en la cohesión del territorio, aparecen enfocados también por el debate de apertura del presente mandato. Desde el Giner apremian al nuevo equipo de Gobierno a que defina con exactitud cuáles son las competencias transferidas al ente comarcal para evitar situaciones como la que se da en Nerva y Valverde del Camino, donde la gestión del ciclo integral del agua recae, en lugar de en Giahsa, de un modo independiente en la empresa Aqualia. Si bien el caso valverdeño se halla a la espera de que, en breve, finalice un contrato previo a la entrada en la Mancomunidad, en Nerva la adjudicación del servicio se sacó a concurso por parte del Ayuntamiento a finales de 2005, lo que fue tildado como un acto de “infidelidad” del ex alcalde socialista Eduardo Manuel Muñoz por sus propios compañeros de partido.

Y lo mismo solicita el portavoz de los independientes y actual regidor de Nerva, Domingo Domínguez, con respecto a la financiación. “Todos los ayuntamientos tienen que saldar sus deudas con el órgano supramunicipal si de verdad se quiere contar con una Mancomunidad fuerte”, en la medida en que “sólo de esta forma, mediante la defensa de la idea de comarca, es posible aplacar el actual contexto de crisis”, aseveró.

Distribución de vocales de la Mancomunidad tras las elecciones de 2007 y 2003. La mayoría absoluta del PSOE resulta aplastante en el marco de la configuración global de la Mancomunidad (32 vocales) gracias a los cinco vocales socialistas de Valverde del Camino (el sexto de este municipio es del PP). En cambio, su preponderancia se reduce en los temas ajenos al ciclo integral del agua, de los que queda excluido el Ayuntamiento valverdeño. Aquí, el PSOE pasa a tener 14 de los 26 miembros del Pleno.  

2007-20112003-2007
PSOE19 (14)18 (15)
IU5 (5)5 (3)
Giner3 (3)2 (2)
PP3 (2)6 (5)
PA2 (2)1 (1)

Un mandato consumado bajo la sombra de la desidia y el localismo

Un mandato difícil, con un ambiente viciado por la tendencia al individualismo de los municipios coaligados en torno a la Mancomunidad de la Cuenca Minera. Bajo estas notas pueden englobarse los últimos cuatro años de una institución que encuentra, al estrellarse contra esta realidad, un importante obstáculo para erigirse como el garante de la unidad que requiere la comarca. Diversos episodios acaecidos desde 2003 evidencian lo que ha sido definido por sus propios dirigentes como una actitud localista que frena el desarrollo de la zona. Unas premisas que dibujan un complejo escenario para el alcance del tan ansiado consenso. El nuevo presidente, el alcalde de Zalamea la Real, Vicente Zarza, se encuentra, por consiguiente, con el difícil reto de transformar la mentalidad que ha regido el recién clausurado ejercicio.

Entre esas circunstancias aparecen las habituales ausencias de los representantes de PP y PA en los plenos del organismo supramunicipal, una constante, sobre todo, en lo que se refiere a la que era la única vocal andalucista, la portavoz de este grupo en el Ayuntamiento de El Campillo, Sonia Ruiz, que apenas acudió a 3 de las 21 sesiones. No resulta más positiva la participación de los seis miembros del PP. Hasta en 12 ocasiones quedó vacía la totalidad de sus asientos. Incluso, dos de los tres vocales populares procedentes de La Granada de Riotinto, María Dolores Expósito y Manuel Ceferino Vázquez, no acudieron a ninguna convocatoria. La ya ex alcaldesa de esta localidad, Salud del Carmen Moreno, sólo estuvo presente en 6 plenos, los mismos que la líder de la oposición en Berrocal, María Dolores García, y sólo uno menos que el otro vocal del PP berrocaleño, Luis Daniel Romero, quien, tras presentar su dimisión a mediados del mandato, no fue sustituido por ningún compañero. El representante de los populares valverdeños, un municipio que sólo es componente de la Mancomunidad de la Cuenca en aquellos temas relacionados con la gestión del agua, sólo apareció en 2 sesiones.

En cuanto al bando socialista, la media de asistencia de sus quince vocales rozó el 90 por ciento. Un promedio que desciende, no obstante, al sumar los tres miembros del PSOE de Valverde del Camino, que faltaron al 53 por ciento de las citas. Diecisiete faltas sumaron los tres integrantes de IU, los zalameños Marcos García (6) y Vicente García (5) y el riotinteño Mariano Terán (6), cifra a la que se agregan las 23 ausencias de los dos vocales valverdeños de la coalición, Rogelio Borrego (sustituido por el anterior teniente alcalde de IU Francisco Rodríguez Donaire, ahora en las filas del PSOE) y María Dolores Romero. Los dos representantes del Giner, Domingo Domínguez y Carmelo Domínguez, no intervinieron en 2 y 3 plenos.

Al margen de este caso de supuesta desidia política, también fue objeto de críticas la posición tomada por el ya ex presidente de la Mancomunidad y ex alcalde de Minas de Riotinto, el socialista José Manuel Delgado, ante el inicio, en diciembre de 2005, de un proceso de subastas de los terrenos embargados a la extinta compañía Minas de Río Tinto (MRT) S.A.L. Ante la oportunidad que suponía la posibilidad de recuperar esa superficie para solventar la carencia de suelo industrial que azota a la Cuenca Minera, resultaba incomprensible la no convocatoria por su parte del Consejo comarcal para el Desarrollo Social y Económico, solicitada con insistencia por alcaldes, sindicatos y empresarios. Al final, el asunto se zanjó con el compromiso por parte de la dirección provincial del PSOE de controlar las “ineludibles” ventas públicas para evitar que el patrimonio minero cayera en manos especuladoras.

La adjudicación del suministro del agua por parte del Ayuntamiento de Nerva dirigido por Eduardo Manuel Muñoz (PSOE) a la empresa Aqualia a través de un concurso público, pese a tratarse de una competencia mancomunada, y la decisión del Consistorio de Zalamea la Real gobernado por Marcos García (IU) de solicitar un taller de empleo al margen del ente supramunicipal, encargado de la gestión de este servicio, para luego reclamar que se contratara a alumnos de su pueblo también en los que la Consejería de Empleo concedió a la Mancomunidad (ya había 24 zalameños en el asignado al Ayuntamiento) constituyen otros ejemplos que avalan la tesis que señala la existencia de una exigua colaboración entre los pueblos mineros en pro de su bienestar socioeconómico.

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