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Pablo Pineda

Sin lugar al error

Sin lugar al error

Nuevo triunfo de los hombres de Paco Marmesá ante un CD Rubias que se rindió al olfato de Emilio, autor de los cuatro tantos mineros

EL CAMPILLO. El Campillo no da lugar al error. Nuevo duelo en casa y nueva victoria. La víctima, esta vez, el CD Rubias, un conjunto al que no le quedó otra que rendirse a la inspiración de Emilio, quien destapó ayer su espíritu goleador como autor de los cuatro tantos de la escuadra salvocheana. Y ello en un partido que presentó como aliciente el debut en los locales del centrocampista nervense Justo, ex de Recreativo B y del Ayamonte, entre otros conjuntos. Aunque aún falto de ritmo, dio otra fisonomía a la línea de creación y dio más libertad a Víctor Vizcaíno para implicarse en el juego de ataque.

Con el pitido inicial, el Campillo se volcó sobre la meta defendida por José Ángel, sin dar tregua a un rival que veía coartadas todas sus posibilidades de incursión ofensiva. Una defensa adelantada y un centro del campo que definió sus posiciones muy radicalmente, hacían imposible la estirada de los rubiatos en su anhelo de evadirse del agobio al que los sometían los blanquiazules. Lo intentaban con rápidas salidas por las bandas, pero los laterales campilleros, muy atentos, abortaban todas las tentativas.

De esta forma, en el minuto 6, un centro de Víctor Vizcaíno al segundo palo es cabeceado por Juan Antonio para habilitar a Emilio, quien, con la ayuda del portero y un defensor, inauguró el marcador. Este primer tanto hacía presagiar una pronta resolución del partido, sentimiento que se enraizó más cuando en el minuto 10 un nuevo servicio de Víctor Vizcaíno hizo que Emilio se marchara en velocidad y, ante la salida de José Ángel, le batiese por bajo. Como se suele decir en el argot futbolístico: 2–0 sin despeinarse.

La consecución del segundo gol trajo tranquilidad a las huestes salvocheanas y dio paso a unos minutos donde el fútbol de toque, con triangulaciones precisas, hacía disfrutar a la grada. No obstante, en el minuto 20, un despiste de la zaga local hizo que Adrián se plantara solo ante Manuel David, pero el joven cancerbero solventó con maestría la papeleta del mano a mano y todo quedó en un susto.

Poco a poco, el ritmo del encuentro decayó y los locales manejaban la situación en la zona medular, exentos de cualquier aprieto. El esférico estaba siempre lejos de las inmediaciones de su área. Sin embargo, las cosas del fútbol, cuando el reloj apuntaba dos minutos sobre el 45 reglamentario, los andevaleños, en su primera jugada bien trenzada, acortaban distancias por medio de un tremendo disparo de Adrián que hizo bueno un no menos preciso servicio de Billy. Era el 2-1. Inapelable.

La reanudación del juego trajo consigo un adormecimiento general por parte de los dos contendientes. Parecía que ambos se conformaban con lo ofrecido en la primera mitad. De esta tónica, salieron los locales cuando una jugada de Juan Antonio termina en un saque de esquina que bota Víctor Vizcaíno y Emilio, muy atento, ante la pasividad del cancerbero y la zaga foránea, remachar de cabeza en la misma línea de gol. Era el tercero de los campilleros y de su cuenta particular. Corría el minuto 58’.

Dos minutos después, en el 60’, en una contra bien montada por los mineros, Juan Antonio se encaminaba hacia el portal de José Ángel, pero, en última instancia, es trabado por Rafael. Una acción que dejaba al CD Rubias con diez, al abortar, como último defensor, una manifiesta ocasión de gol. La expulsión mermó las esperanzas visitantes, máxime cuando nueve minutos después (69’), Emilio, de un precioso cabezazo, quitaba las telarañas del arco custodiado por José Ángel. Era el cuarto y definitivo tanto local.

Como era de esperar, la amplia ventaja cosechada por los de Paco Marmesá provocó que el banquillo local se despejara y se entrara en una fase en la que la calma local dio más cancha al cuadro rubiato. Éste comenzó a estirarse sin ningún tipo de complejos pese a la inferioridad numérica, aunque, bien es verdad, que fue algo anecdótico, pues en ningún momento el portal de Manuel David llegó a pasar por serios apuros.

Bajo este contexto se llegó al minuto 89, en el que, mientras ya todos los aficionados se disponían a desalojar el frío graderío campillero, se produciría una jugada desgraciada que termina con un clamoroso error de Manuel David, quien se vio obligado a neutralizar de forma antirreglamentaria el tiro de Miguel. El árbitro decreta penalti y expulsa al buen guardameta local, que tuvo que dejar su puerta en manos del juvenil Germán. La pena máxima fue cobrada con el 4-2 por Billy.

Campillo

4

CD Rubias

2

Campillo

Manuel David, Fernando Pineda, Liberto (Pinilla, 75’), Alberto, Raúl, Justo (José Miguel, 86’), Jero (Rubén, 70’), Juan Antonio (Germán, 89’), Emilio (Portu, 81’), Víctor Vizcaíno y Javier Vespasiano.

CD Rubias

José Ángel, José Tomás, Cristian (Miguel, 62’), Julián, Rafael, Manuel (Kiko, 72’), Sánchez, Juanfe, Adrián, Billy y Alfonso

Goles

1-0, Emilio (6’). 2-0, Emilio (10’). 2-1, Adrián (45’). 3-1, Emilio (52’). 4-1, Emilio (69’). 4-2, Billy (89’), de penalti.

Árbitro:

Castillo Marín, auxiliado en las bandas por Óscar Muñoz y Ramiro Granado. Bien en un partido sin complicaciones, aunque en el primer cuarto de hora fue muy protestado por el equipo rubiato. Expulsó al campillero Manuel David (89’) y al visitante Rafael (60’). Vieron la amarilla el local Juan Antonio (82’); y los visitantes Sánchez (11’), Rafael (33’) y Adrián (82’).

Incidencias:

Regular entrada en el Municipal Francisco Valero Rojas en una tarde desapacible y ventosa en la que hizo acto de presencia una fina lluvia que trajo consigo un gélido ambiente en las postrimerías del encuentro.

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