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Pablo Pineda

Manuel Romero Fernández, Hijo Predilecto de la Villa

Manuel Romero Fernández, Hijo Predilecto de la Villa

‘El Loco’, un “pozo sin fondo de solidaridad” que siempre se remangó por su pueblo como minero y como concejal del PCE e IU, fundó desde la nada AFA-El Campillo y el centro de día Teresa Sousa Prieto

EL CAMPILLO. El Ayuntamiento de El Campillo ha declarado esta tarde, a propuesta del grupo municipal socialista y con el voto unánime de todas las fuerzas políticas (PSOE, PA y PP), a Manuel Romero Fernández, ‘El Locomotoro’, Hijo Predilecto de la Villa. El nombramiento, certificado en el marco del 80 aniversario de la independencia del núcleo minero del municipio matriz de Zalamea la Real, consumado el 22 de agosto de 1931 al calor de los aires revolucionarios y de libertad de la Segunda República, homenajea así al fundador (desde la nada y hasta acariciar el millar de socios) de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (AFA) de El Campillo y precursor de la Unidad de Estancia Diurna (UED) Teresa Sousa Prieto. Un centro, “pilar de bienestar social y económico”, levantado bajo el nombre de la que fuera su compañera, su amada esposa, afectada por esa terrible patología que borra de la memoria de nuestros mayores su más preciado tesoro, el recuerdo de toda una vida.

Pero eso sólo fue el colofón de la obra de un salvocheano que se erige en “un pozo sin fondo de solidaridad”. Siempre impregnado por su inseparable mono azul, símbolo de su espíritu luchador, de su rebeldía, de su capacidad para defender causas perdidas y ganarlas gracias a su tesón, a su incansable corazón, ‘El Loco’ es la cara de la entrega a los demás en su vertiente más extrema. Un hombre que ha regalado su vida a los más frágiles, como obrero, como minero y, sobre todo, como humano. Una persona que rebosa bondad y humildad, unos valores que lo han convertido también en un referente político, en una institución, en El Campillo, donde, como concejal del PCE, primero, y de IU, después, nunca dejó de remangarse para trabajar por su tierra y por su gente, hasta desde la oposición, con independencia de siglas y colores. La razón, porque todos, incluso aquellos a quienes lanzaba sus habituales y cariñosos improperios, eran para él seres queridos, muy queridos, porque las personas siempre fueron para él lo más importante.

Hoy, a sus 76 años y pese a la larga y grave enfermedad con la que convive desde hace más de un lustro, con un tesón impropio, sin temor alguno a la muerte, no pierde la esperanza en un mañana mejor, no para él, que no lo quiere, sino, fruto de su insaciable generosidad, para los demás; como tampoco cesa en su empeño, a veces obstinado, por innecesario, en agradecer su apoyo a todos cuanto le ayudaron. Algo que hace sin saber que son los demás, la inmensa mayoría de quienes se han cruzado en su camino en algún momento, quienes dan gracias por haberle conocido, por emerger, en especial, ante las dificultades, como una inagotable fuente de esperanza para los más débiles. Por ello, los campilleros, como rezaba el escrito presentado por el grupo socialista, “estamos en deuda con Manuel Romero Fernández, ‘El Loco’. Y una forma de saldarla, aunque sólo sea una pequeña parte de la misma, es, precisamente, declararlo Hijo Predilecto de El Campillo”. Ya lo es de manera oficial, y bajo el abrigo del consenso de todos los partidos políticos.

1 comentario

salvochea1931 -

El hijo de puta del loco como el diría TE LO MERECES