Represión en Salvochea (3). 75º Aniversario

EL CAMPILLO: RETAZOS DE HISTORIA (IV), por Fernando Pineda Luna

SALVOCHEA. Siguiendo con el homenaje a los represaliados y olvidados por el régimen fascista, instaurado en Salvochea (26-VIII-36), nos adentramos ya en 1937. El miedo se había convertido en el motor de la convivencia. Por otra parte, mostrar miedo hacía a cualquiera sospechoso. Sólo se permitía romper el silencio sobre el reciente pasado para denunciar a alguien de “rojo”. Para establecer y mantener la estrategia del terror paralizante, fueron manipulados algunos familiares de los fallecidos en la cárcel, todos ellos republicanos y contrarios al fascismo. Se les convenció de que “habían sido asesinados vilmente por los rojos salvocheanos”. Esto significaba que cualquier persona denunciada como amiga o familiar de “rojo” podría ser acusada de colaborar en los asesinatos de la cárcel. Esta tragedia, utilizada por los fascistas como propaganda antirepublicana a nivel nacional, convirtió a Salvochea en el paradigma de la diabólica maldad de los “rojos”. Así se justificaba la extrema dureza de su represión. ¡¡¡Había que penar las culpas!!!

A la “nochevieja” más triste de la historia local sucedió el “añonuevo” más trágico y más difícil de imaginar por cualquier mente sana. Se organizó una matanza colectiva (1-I-37), cuyo duelo fue celebrado con un baile popular, al que debían asistir familiares de los fallecidos para mostrar su apoyo al fascismo y eludir sospechas.

Constan como fusilados (1-I-37), aunque seguramente falten algunos nombres, Enrique CABANA GARRIDO, 28 años, Jerónimo CABANA GARRIDO, José CONTIOSO RODRÍGUEZ, 49 años, Francisco IBÁÑEZ GONZÁLEZ, 37 años, Luis LÓPEZ FERNÁNDEZ, 44 años, Alelí MÁRQUEZ ROMERO, 28 años, José PÉREZ PALOMO, 37 años, Manuel PINO MÁRQUEZ, 42 años.

Tan macabra operación fascista alimentó el terror para el resto del mes, pero, aunque de forma más individualizada, en los meses siguientes también hubo fusilamientos. Desconocemos la mayoría de las víctimas producidas en las “cacerías” de fugitivos. Consta que fueron también asesinados Emilio HINOJOSA PINEDA (13-II-37), 45 años, Juan GÓMEZ MARTÍN (18-III-37), 45 años, y Manuel CAÑETE CUADRADO (¿?-IV-37).

De los diez miembros de la última Corporación Municipal, formada por José Jesús LIMÓN CASTILLA, Alcalde, Gabriel FERNÁNDEZ MARTÍNEZ, Manuel MARÍN GONZÁLEZ, Narciso PÉREZ RODRÍGUEZ, Andrés LÓPEZ MAESTRE, Apolinar RAMOS MORA, Francisco GONZÁLEZ MACÍAS, Lucas MACÍAS GÓMEZ, José PONCE DOMÍNGUEZ y Antonio ALVERA ROMERO, los seis primeros habían sido ya fusilados.

Gonzalo QUEIPO de LLANO SIERRA crea los Consejos de Guerra Sumarísimos de Urgencia (28-II-37). En 1937 fueron condenados a muerte por estos tribunales militares: Zacarías ESQUIVEL MARTÍN, Alejo LEÓN GÓMEZ, huyó, pero fue abatido en el campo, Juan POZUELO DÍAZ, 27 años, Manuel MORENO ROMERO, Joaquín GONZÁLEZ FÉLIX, Sebastián RODRÍGUEZ VÁZQUEZ, ejecutados en el Cementerio de Huelva, José GÓMEZ GÓMEZ, escondido en El Cerro, fue detenido y falleció en el Depósito Municipal de El Cerro, Antonio SÁNCHEZ CHAVES, ejecutado en el Cementerio de Zalamea, Antonio LÓPEZ CARRASCO, ejecutado en el Cementerio de Trigueros, Miguel MELERO FLORES, ejecutado en Valverde.

Pero la guerra continuaba en las trincheras, donde otros muchos campilleros luchaban. Unos en las filas rebeldes, obligados por la movilización de sus quintas, otros en el bando republicano, tras conectar con sus tropas, como habían conseguido otros muchos, ya mencionados en el capítulo anterior. Otros, cansados de vagar por los campos, expuestos a caer en las batidas de falangistas y guardias civiles y de arriesgar las vidas de sus represaliados familiares, vuelven para presentarse a la Guardia Civil o para esconderse con la esperanza de no ser denunciados. Muchos de ellos serán condenados a diferentes penas: Benjamín DELGADO PEREA, reclusión perpetua, Francisco REQUEJO ARAÚJO, reclusión perpetua, José MARÍN ROMERO, reclusión perpetua, pero murió en la prisión de El Puerto de Santa María, Antonio GÓMEZ VÁZQUEZ, reclusión perpetua, pero muere en la cárcel, Fernando LORENZO CRUZ, reclusión temporal (20 años), José DÍAZ del VALLE se presentó con el anterior, huyó de nuevo, pero fue abatido, Esteban VÁZQUEZ CHAPARRO, Antonio SILVA FRANCISCO, acusado de ser uno de los asesinos de los presos, José de la CORTE de la CORTE, Juan de la CORTE de la CORTE, Manuel MATÍAS ALONSO, Ildelfonso BARRIGA CORONEL y Ricardo ADAME GARCÍA fueron detenidos y absueltos.

Por otra parte, el Consejo de Guerra contra la Guardia Civil de la Cuenca Minera había absuelto (V-37) al Sargento de El Campillo, Francisco RODRÍGUEZ ZÚÑIGA, sentencia que tuvo que ganarse con la eliminación de muchos sindicalistas que antes le habían ayudado en las detenciones de los encarcelados por tenencia ilícita de armas.

Las autoridades locales también estaban ya adaptadas plenamente al nuevo régimen fascista, vigiladas y controladas por las autoridades provinciales, que siempre desconfiaban de las mismas.

El Gobernador Civil había ordenado constituir una Comisión Gestora Municipal nueva, formada por Antonio RODRÍGUEZ BOSCH, Alcalde, Antonio VEGA ALONSO, Gestor 1º, y Joaquín ALFARO CONDE, Gestor 2º. Estos frecuentes cambios buscaban siempre mayor eficacia en la represión y mayor adhesión al régimen.

Esta nueva Corporación Municipal aprueba (24-IV-37) que la GM impida la entrada de transeúntes pobres y “establece el cierre nocturno de las tabernas a las 22 horas, de las cafeterías del centro a las 24 horas y el bar de la calle General Franco a las 2 horas, éste para poder ser utilizado por las patrullas de vigilancia de las fuerzas de orden público”. En otra Sesión Plenaria (16-V-37) nombra “Hijo Predilecto” de El Campillo al Capitán de la Guardia Civil que dirigió el asalto fascista a Salvochea, Gumersindo VARELA PAZ, “por sus patrióticos y relevantes hechos a favor de este pueblo”.