Aparcan la recuperación de la Peña Flamenca Candil Minero
PA y PP evitan comprometerse a ceder la Factoría del Ferrocarril al no saber si es compatible con el Museo proyectado en el entorno · El PSOE, que ve en la convivencia de ambas realidades una garantía de viabilidad, considera que es una cuestión de voluntad política
EL CAMPILLO. Andalucistas y populares ralentizaron, en el pleno extraordinario del pasado 12 de julio, la recuperación de la Peña Flamenca Candil Minero de El Campillo. Tumbaron la moción presentada por el grupo socialista para la cesión de la Factoría-Almacén de la antigua estación de tren de la Río Tinto Company Limited (RTCL), en palabras de la primera teniente de alcalde, Manuela Caro (PP), “a la espera de saber si es compatible con el Museo del Ferrocarril Minero proyectado en el entorno (que cuenta con una subvención de la Asociación Interprovincial de Municipios para el Desarrollo del Turismo Sostenible -ADTS- de la Faja Pirítica). Con esta alegación aparcan la reactivación de una entidad que, tras un silencio de dos décadas, ha resurgido con fuerza, tal y como certifica la cifra récord de 165 socios alcanzada en apenas unos meses de existencia. La afición a este arte que se respira en la vieja Salvochea, por tanto, es indudable. Ese respaldo no sólo es una huella inequívoca de ello, sino que, incluso, coloca a la asociación como la más importante de la provincia en términos relativos (en proporción al número de habitantes) y la segunda bajo criterios absolutos (sólo la de Lepe cuenta con más afiliados).
El Ayuntamiento, a juicio del PSOE, ante el aval de ese sentir del pueblo, “tiene el deber de apoyar la iniciativa” con la cesión de un espacio municipal adecuado para la ejecución del programa de Candil Minero, máxime ante la reciente declaración del Flamenco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO, que obliga al conjunto de las administraciones públicas a dar calor y salvaguardar las distintas vertientes de esta realidad que supera la condición de una mera manifestación artística para erigirse en una verdadera forma de vida. La utilidad pública de la Peña campillera va más allá aún, puesto que su Plan de Actividades, sin olvidar su proyección social, su apertura a todo el pueblo, apunta, incluso, a la creación de empleo, al plantear la puesta en marcha de escuelas de baile, de toque y de cante. Un dato que no puede pasar desapercibido en unos tiempos en los que el trabajo se hace más necesario que nunca. En cambio, ya ha transcurrido un año desde que se refundara la entidad, hecho que se consumó en la tarde del 21 de octubre de 2011, y todo sigue parado, en suspenso.
Los socialistas consideran que la cesión de ese local a la Peña Candil Minero actúa, además, como una garantía de viabilidad para ese futuro Museo del Ferrocarril, gracias a la tradicional relación entre flamenco y minería en un contexto en el que la falta de recursos económicos podría lastrar y hasta impedir la apertura de esas instalaciones turísticas. La presencia de la nueva asociación y sus actividades de baile, toque y cante, como aducen, emergen como una posible solución a ese “más que probable” contratiempo. “Las cartas están sobre la mesa y los argumentos son claros. Hay razones de peso para aceptar la propuesta” de la entidad que, como en su primera etapa, preside el cantaor campillero Francisco Cumplido Orta, porque “redundaría en la dinazamización cultural del municipio y vendría a cubrir el vacío dejado en este ámbito por el severo recorte presupuestario del Plan de Ajuste aprobado por PA-PP en el Ayuntamiento”. El viceportavoz del puño y la rosa, Pablo Pineda, espetó que no es una cuestión de compatibilidad, sino de voluntad política: “Vosotros sois quienes gobernáis el pueblo, de modo que en vuestra mano está que ambas realidades sean compatibles”.
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