Blogia
Pablo Pineda

El Campillo C.F. se complica

Los mineros dejan atrás el arranque liguero que los situaba como una de las revelaciones de la temporada y se acerca de manera peligrosa a los puestos de descenso

EL CAMPILLO. Siete jornadas sin conocer la victoria dejan atrás la racha que, en el arranque, llegó a situar al Campillo entre los grandes espadas de la Regional Preferente onubense en el año de su retorno a la máxima categoría del fútbol provincial. Ahora, el encadenamiento de resultados negativos, incluido entre ellos el esperpéntico duelo con el Tharsis en el Francisco Valero Rojas (suspendido con 2-2 tras sufrir los blanquiazules dos expulsiones y tres presuntas lesiones en escasos segundos) complican al conjunto minero y lo aproximan al precipicio de la zona de descenso. El colchón se ha desinflado hasta los tres puntos.

El último episodio, una derrota por 2-1 con el Rosal. Antes los hombres de José María Coronado, habían cosechado un meritorio punto en el campo en el que consumaron el ascenso la temporada pasada, el del Villablanca gracias a un gol de Jero. En medio de ambos envites, el enfrentamiento ante el Tharsis, uno de los favoritos, en el feudo campillero, donde llegaron a dominar el marcador con un 2-0. Un penalti inexistente (a los salvocheanos también le habían señalado uno injusto que falló Vizcaíno y que dio lugar a otra pena máxima bien pitada que transformó Jaime en el 2-0 para ampliar la renta inaugurada por el tanto tempranero de Rubén Coqui) y un gol al borde del descanso de los rojiblancos neutralizaron la ventaja. Después del descanso, las dos rojas a Rubén y Vizcaíno y, acto seguido, las tres lesiones simultáneas tras sendos cambios que dejaron a los blanquiazules con seis y obligaron al colegiado a suspender el encuentro.

A la espera de que el Comité de Competición dicte su fallo (el árbitro tildó de sospechosas las lesiones, aunque los jugadores acudieron al Hospital de Minas de Riotinto en busca del correspondiente parte médico) todo apunta a que, ya sea en el campo o en los despachos, el Campillo perderá el partido, parado cuando aún quedaba casi toda la segunda mitad por delante. A priori, demasiado tiempo para aguantar el 2-2 en el marcador ante uno de los colosos del campeonato. Aunque cosas más extrañas escriben la historia del balompié.

El siguiente escollo era la fortaleza fronteriza del Rosal. Los mineros no pudieron conquistarla. La batalla se cerró con un 2-1 favorable a los de casa. Fernando adelantaba a los locales en torno a la media hora de juego. Instantes después Raúl se saca un enorme zapatazo desde fuera del área ante el que nada puede hacer el cancerbero visitante Juan. El Campillo apretó en el segundo periodo. En el minuto 54, el veterano Vizcaíno acortaba distancias. Todo podía ocurrir en un choque que entró en una fase de idas y venidas. Los rosaleños empujaban el reloj ante el miedo de que se les fuera la victoria de las manos. Ello, pese a que los campilleros terminaron con diez por la expulsión de Liberto.

0 comentarios