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Pablo Pineda

La Locomotora, en vía muerta

PP y PA negaron a las Juventudes Socialistas el permiso para retomar el Festival Ecléctico, iniciativa de ocio alternativo y solidaria, en Los Cipreses · La “primera excusa” fue que “el Plan Infoca lo prohibía por riesgo de incendio” · Su director provincial participaba con una charla de sensibilización ambiental

EL CAMPILLO. No es la primera vez que las Juventudes Socialistas (JSA) de El Campillo-Salvochea denuncian la anteposición de los intereses partidistas por parte de la alianza PP-PA, lo que ellos denominan “socialitis” (inflamación del odio a los socialistas). El último capítulo, la traba, “con evasivas que constituyen un insulto a la inteligencia”, al I Festival Ecléctico ‘La Locomotora’ en el que, como expone la cantera del PSOE, se volcaba un nutrido número de jóvenes campilleros en colaboración con la asociación Canecum y las propias JSA, que se habían propuesto el reto de recuperar esta iniciativa de ocio alternativo. El nombre elegido, para rendir homenaje al Hijo Predilecto de la Villa y comunista Manuel Romero Fernández, ‘El Locomotoro’, como un canto al ‘Unidos Laboramos’ que ondea en el escudo de la localidad. Permanece parado en su estación, en vía muerta.

La secretaria general de JSA-El Campillo, Mari Ángeles Valiño, según relata, registró en el Consistorio la petición de los permisos el 3 de agosto. La cita estaba prevista para el último fin de semana de septiembre. Arrancaba este mes y no se recibía respuesta alguna del equipo de Gobierno. “El silencio resultaba sospechoso”. Todo estaba listo para la “fiesta de la solidaridad”: conciertos, conferencias, teatros callejeros, pasacalles, gymkhanas de sensibilización ambiental, talleres de todo tipo, mercadillos artesanales y de segunda mano (una oportunidad para que desempleados percibieran algún ingreso con la venta de bienes que ya no utilicen), puntos de intercambio de libros leídos o competiciones deportivas dirigidas a generar conciencia sobre la discapacidad... Faltaba un requisito administrativo sencillo, pero indispensable, la luz verde del Ayuntamiento. “No llegaba”.

Ante la insistencia del brazo juvenil del PSOE, el alcalde, el nacionalista Francisco Javier Cuaresma, abordado en la entrada de la Casa Consistorial, aduce un argumento “de lo más surrealista”: el Plan Infoca, la Consejería de Medio Ambiente, “prohíbe la celebración del Festival por riesgo de incendio”. Los Cipreses están dentro del casco urbano y, en consecuencia, escapan a las competencias del dispositivo de prevención y extinción de fuegos de la Junta de Andalucía. Y el propio director provincial del mismo iba a dar una charla en el encuentro y se había apuntado la posibilidad de que el retén afincado en el Parque Los Puentes de El Campillo se trasladara esos dos días (28 y 29 de septiembre) a Los Cipreses. “Se lo contamos a Cuaresma y él se mantuvo inamovible: ése era el motivo”.

“Una vez más, nos tomó por estúpidos. O, más simple, prefiere adoptar la postura inteligente del necio que ilustra el actor y humorista Groucho Marx: es mejor permanecer callado y parecer tonto que hablar y despejar las dudas definitivamente”, apostillan las JSA en su último boletín publicado. El grupo socialista también formuló una pregunta al respecto en el pleno de septiembre. PA y PP callaron. Tampoco notificaban su negativa por escrito (“lógico, como al más torpe de los embusteros, se les había desmoronado el cuento”), por lo que este nuevo freno a acciones de dinamización que redundan en un bien para el pueblo saltó a las redes sociales para indignación de un gran número de campilleros. Entonces entró en escena la primera teniente de alcalde, la conservadora Manuela Caro. Para ella, no era ésa la verdad e insinuaba que el Ayuntamiento que co-preside había ofrecido otros escenarios para el Festival Ecléctico y que los organizadores los habían rechazado.

Las Juventudes Socialistas replicaron de inmediato: “Mentira. Ningún concejal, ni popular ni andalucista (también telefoneamos al edil de Cultura, Luis Fernando Romero, y dijo lo mismo: según tenía entendido, el Plan Infoca lo impedía), se dignó a sentarse con nosotros para plantearnos otras opciones, ni para conocer a ciencia cierta en qué consistían las actividades. No se preocuparon. No les interesaba”. Algo que las JSA califican como una falta de respeto a los jóvenes y colectivos que, de forma altruista, participaban en la confección del programa para dotar a la vieja Salvochea de “una agenda cultural que PP y PA, desde el Gobierno, no son capaces de poner al alcance de los ciudadanos”. Mari Ángeles Valiño fue directa: “No tienen proyecto para El Campillo y tampoco nos dejan trabajar a nosotros”.

Tras toda una odisea, PP y PA remitieron una carta. Sin embargo, no mencionaban en ella al Plan Infoca y el riesgo de incendio entre las razones para denegar la autorización. Ahora alegan la no disposición de efectivos de la Policía Local para garantizar la seguridad. Otro pretexto, desde la óptica de las Juventudes Socialistas, pues “basta con avisar a la Guardia Civil para que apoye el evento con su presencia, como ya nos confirmaron desde el cuartel de Zalamea la Real en la última Fiesta de la Primavera, cuando varias patrullas se personaron en la misma y nos indicaron que el Consistorio, como es su deber, no les había avisado para tenerla en cuenta al confeccionar los turnos”.

Había más. Aludían a presuntos perjuicios económicos para los emprendedores que regentaban el bar El Parque. El brazo juvenil del PSOE ya había hablado con ellos para que, por un lado, una barra financiara los costes del Festival y, por otro, los visitantes también acudieran a su establecimiento para tomar café o tapas, productos que no se iban a ofrecer en la primera. “La intención era que la iniciativa sirviera, en paralelo, de empuje a su negocio, el mismo que es objeto en el escrito, en un hiriente y ruin ejercicio de hipocresía, de los desvelos de PP y PA, las formaciones que no hicieron nada durante todo agosto para subsanar la ausencia de iluminación provocada en Los Cipreses por el robo del cableado eléctrico y que se saldó con graves pérdidas y una sucesión de robos que puso en peligro la viabilidad de su empresa, ya cerrada”. La sentencia “es firme e inapelable: eran sólo excusas”.

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