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Pablo Pineda

Guadalinfo se engancha a la red de las tradiciones

Guadalinfo se engancha a la red de las tradiciones

EnMiTierra y Endúlzat recuperan, sobre el soporte de las nuevas tecnologías, los juegos populares y los dulces artesanos del ayer

EL CAMPILLO. El centro Guadalinfo de El Campillo se engancha a la red de las tradiciones. El espacio dedicado a la extensión de la alfabetización digital de los habitantes del núcleo minero, dentro de su otra cara, la de la dinamización sociocultural, ha puesto en marcha, siempre con las nuevas tecnologías como soporte, como plataforma ineludible, los proyectos EnMiTierra y Endúlzat. El primero, con una meta clara, la recuperación de aquellos juegos populares con los que, antaño, disfrutaban en la calle, en cada esquina, en cada recoveco, quienes no son ya tan niños y que, hoy, parecen olvidados, engullidos, precisamente, por la vasta e inagotable Sociedad de la Información. No muy distinta es la filosofía del segundo, que, mientras el otro evoca los aromas, los sonidos, el griterío del pasado, retoma los sabores, la dulzura de aquellos vetustos y anhelados tiempos, al provocar la resurrección de esas recetas artesanales de los dulces del ayer.

El Guadalinfo de El Campillo, como mandan los cánones, no podía emprender esta travesía por los perfiles @EnMiTierra y @guadaEndulzat en solitario, sino, como es su misión, conectado a otros usuarios, a otros municipios, en este caso, a los centros de Minas de Riotinto, Villablanca, San Juan del Puerto, Calañas y El Cerro de Andévalo. De este modo, las distintas actividades programadas por ambas iniciativas se desarrollan con un carácter itinerante, para pasar, para dejar su bocanada de aire puro, su nostalgia, su libertad, su evasión, su huella, sus bytes, en la memoria colectiva de cada uno de estos pueblos. De momento, tras partir, en diciembre, desde Minas de Riotinto, el tren ha hecho escala en la estación de El Campillo, una parada en la que se reeditaron aquellas viejas carreras, otrora frecuentes, ahora en peligro de extinción, para atrapar el pañuelo o los bailes timoratos de unos jugadores que se resistían a perder su silla al término repentino de una canción.

Pero EnMiTierra tiene un complemento gastronómico irresistible, la guinda, el postre que coloca sobre la mesa Endúlzat. En El Campillo, con unas manos reposteras de excepción, unas chefs que, de paso, muestran a los comensales cómo el deporte y los placeres del paladar no tienen por qué estar necesariamente reñidos. Porque fueron las propias jugadoras del equipo femenino de la Escuela Municipal de Fútbol Base (EMFB) quienes los elaboraron, con la maestría y el mimo de quienes los hacen como si fueran para sí mismos. La degustación, además, se convertía en una fuente de ingresos para que el equipo, ajeno a las boyantes arcas de quienes juegan en la denominada Liga de las Estrellas, pueda sufragar parte de los costes de la temporada. El broche a una jornada entrañable con la que el centro Guadalinfo, como reza otro de los proyectos en los que trabaja, ha hecho memoria y ha trasladado a muchos, tanto a los que los añoran como a los que no los vivieron, a aquellos maravillosos años ya dejados atrás.

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