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Pablo Pineda

Un punto para seguir en el pozo

El Campillo, tras adelantarse y perdonar, cosechó un empate ante un Higuera que aprovechó los errores y la escasa profundidad del banquillo minero para dar la vuelta al marcador

EL CAMPILLO. Empate a dos en un choque que el Campillo C.F. tuvo ganado, pero también perdido. Al final, escaso fruto en el Francisco Valero Rojas ante un Higuera que llegaba a tierras mineras con un punto más que los pupilos de Antonio López Espinosa. Una situación que no pudieron tornar los locales mediante una victoria que les permitiera, a su vez, huir del pozo de las últimas posiciones de la tabla. Y ello, pese a que la escuadra campillera se adelantó en el marcador con un gol de Javi Pinilla, que, solo ante el portero serrano, no desperdició un medido pase al hueco del ariete Emilio. Sin embargo, sólo era un espejismo que se desvanecería en la segunda mitad, después de que los mineros se marcharan a la caseta con una escasa renta de un gol. Samuel, en dos ocasiones, había perdonado a los higuereños con dos disparos desde el interior del área que se marcharon fuera. En uno de ellos, su hermano Alberto, libre de marca, esperaba en el punto de penalti un cuero que sólo habría tenido que empujar a la red para encarrilar el encuentro.

La reanudación arrancaba de igual modo que el primer periodo, sin peligro para las inmediaciones del cancerbero Sergio, hasta que un error de José Mari en la zaga propició un mano a mano entre el visitante Darío, ex jugador campillero, y el meta local que el primero solventó con una pasmosa tranquilidad para establecer la igualada en el casillero. Apenas unos segundos después, tras sortear a varios defensas, con sombrero incluido, el propio Darío estuvo a punto de anotar el 1-2, pero Basilio, en última instancia, evitó el tiro del jugador serrano. Era el anuncio de lo que se avecinaba, un tanto tras el saque de un córner que hacía presagiar la derrota en la grada, una sensación alentada por la reducida profundidad de una plantilla campillera que, como consecuencia de las múltiples bajas, sólo contaba con dos efectivos en el banquillo, el lateral Fran y el guardameta Manuel David. Los de Espinosa, en cambio, consiguieron reaccionar y, por mediación del centrocampista Jero, quien aprovechó un mal despeje del portero rival, asentaron unas tablas que pudieron romper después con alguna infructuosa salida a la contra.

Trece puntos en catorce partidos, con sólo tres victorias (Zalamea la Real, La Dehesa y Encinasola, todas en casa) y cuatro empates (Nerva, El Cerro de Andévalo e Higuera de la Sierra, con este último tanto en el Francisco Valero Rojas como en tierras serranas),   ése es el bagaje de un Campillo que tendrá que esperar, al menos, un año más para el retorno a la máxima categoría del fútbol provincial, Regional Preferente. Ya sólo queda intentar maquillar la temporada con una serie de resultados que permitan a los mineros escalar algunas posiciones en la clasificación, aunque, en paralelo, se antoja necesario el inicio de sondeos del mercado de futbolistas para la configuración de un conjunto que parta, la próxima campaña, con opciones reales de aspirar al ascenso.

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