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Pablo Pineda

Y las ocho agrupaciones dictan su sentencia

Y las ocho agrupaciones dictan su sentencia

Las cinco comparsas y las tres chirigotas que se subieron al Teatro Atalaya dieron voz con sus letrillas al sentir popular

EL CAMPILLO. Ocho agrupaciones, tres de ellas femeninas, volvieron a subirse el pasado fin de semana al escenario del Teatro Municipal Atalaya para reafirmar la vitalidad del Carnaval de El Campillo. Experiencia y juventud se mezclaron en las cinco comparsas y las tres chirigotas locales, que dieron voz al sentir popular en las fiestas de la libertad por antonomasia, en el culto a Don Carnal. Todas dictaron su sentencia particular sobre la compleja realidad que envuelve no sólo al municipio, sino al conjunto de la Cuenca Minera, en un año electoral.

La decana Peña Los Perendengues, fieles al estilo que la define desde que se subiera por vez primera a las tablas en la inauguración de las carnestolendas salvocheanas, allá por 1984, parodió un programa televisivo de la prensa rosa en el que no faltaba ningún ingrediente: Jorge Javier Vázquez, Coto Matamoros, la Patiño, Lidia Lozano, Falete y, cómo no, la princesa del pueblo, Belén Esteban. Su nombre, esclarecedor: ‘Después de comer no sé cómo nos puedes ver’. El género del humor continuó con la también veterana Peña Los Esponjas bajo el tipo de viejo verde con ‘Ande yo caliente’ y con el verdadero pelotazo de 2011, las juveniles locas de ‘Comuna Cabra’.

La comparsa estuvo presidida por la Peña Los Diablos, fija de la fiesta de febrero desde 1989, quienes bajo el nombre ‘Al Andalus’, encarnó a las tres culturas asentadas en su día sobre la comunidad autónoma en un canto a la paz, el diálogo y la tolerancia. ‘Fantasía de Carnaval’, la última apuesta por el género serio de aquella murga de ‘Heidemos tela’ y los mendigos de ‘Por una limosna’ completaron la vertiente masculina de esta modalidad, que contó, en lo que se refiere a las féminas, con la elegancia de ‘Te vas a quedar de piedra’ (la gorgona Medusa) y la potencia de ‘Desde el desván’ (muñeca de trapo).

Todos los repertorios tuvieron un denominador común, la enquistada crisis que oprime a la Cuenca Minera, el anhelo de la reapertura de la línea del cobre y las caras que concurren a las próximas Elecciones Municipales, marcadas por la marcha de la alcaldesa, Encarnación Palazuelo, que da paso en las filas socialistas a la parlamentaria andaluza Susana Rivas, y la reorganización del PP con Manuela Caro al frente. Unos temas complementados con la siempre sugerente condena al maltratador o la denuncia del supuesto abandono al que se ve abocada la única aldea campillera, Traslasierra.

 

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