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Pablo Pineda

Encierro a 200 metros de profundidad para reclamar la reapertura de Río Tinto

Cuatro operarios de Emed Tartessus inician una protesta indefinida para exigir a la Junta el sí a la transmisión de los derechos mineros. El presidente del comité, José Antonio Angera (UGT), dice que “no saldremos hasta que haya un compromiso”

CUENCA MINERA. El presidente del comité de empresa de Emed Tartessus, José Antonio Angera (UGT), se encerró ayer de forma indefinida a 200 metros de profundidad en el túnel calle 14 de Pozo Alfredo junto a otros tres compañeros de la empresa que pretende reabrir la mina de Río Tinto sin éxito desde hace cuatro años. Angera aseguró que ni él ni sus compañeros se moverán del interior de la mina “hasta que la Junta de Andalucía dé vía libre a la transmisión de los derechos mineros que frenan la reapertura de la histórica explotación” y que espera que a lo largo de las próximas horas se sumen otros muchos más a esta medida reivindicativa.

Para el sindicalista de UGT, esta movilización es el último recurso que les queda para garantizar sus puestos de trabajo y propiciar la llegada de los otros cientos de empleos que generaría la reapertura de la mina. “Si esto continúa así, la empresa no tardará mucho en dar carpetazo a este proyecto que está en disposición de dar un vuelco total a la crítica situación en la que se encuentra una de las comarcas más deprimidas de Europa”, sentenció.

En el mismo sentido se pronunció el secretario de Minería de la FIA-UGT, Andrés Tomas Ramos, el primero en visitar a sus compañeros nada más arrancar el encierro a las 9:00 horas de ayer. Ramos, incluso, fue más allá, al responsabilizar a la Administración regional de la obstrucción a la que está sometido el proyecto de Emed en Río Tinto. “Hasta ahora hemos sido muy comprensivos con la Junta, que nos prometió (fue Mario Jiménez, secretario general del PSOE de Huelva y portavoz en la Cámara quien lo hizo) en la sede parlamentaria que en una semana tendríamos noticias buenas sobre este asunto y ya han pasado tres semanas y seguimos igual”, aclaró.

Ramos aguarda una especial sensibilidad por parte de la Administración autonómica que termine de desbloquear el proceso administrativo que tiene paralizada la puesta en marcha de un proyecto que, según la compañía de capital chipriota, permitiría la creación de 400 puestos de trabajo directos y 1.200 indirectos. “Queremos que la Junta apueste por la creación de empleo y el desarrollo de la zona, que, hoy por hoy, sólo pasa por la reapertura de su mina”, dijo el ugetista.

Los mineros encerrados han adecentado como han podido una parte del viejo túnel que llega hasta el piso 14 de Pozo Alfredo, ubicado al noroeste de la masa de San Dionisio, que se empleaba para la extracción de clorita a través de cintas desde el interior de la mina. Tiene una pendiente del 15 por ciento que únicamente puede recorrerse a pie junto a los restos de la mencionada cinta.

Las condiciones actuales del túnel, inutilizado desde que se cerró la línea del cobre en 1987, son paupérrimas: sin agua, ni luz, ni teléfono, ni tan siquiera un mínimo lugar donde poder asearse. Los mineros se encuentran completamente aislados del exterior, bajo una humedad extrema y una corriente de aire continua que han podido amortiguar con varios toldos que acotan el pequeño habitáculo que han convertido en su nuevo e improvisado hogar.

La última vez que varios mineros se encerraron en contramina fue en Pozo Alfredo, hace más de una década, cuando ya se empezaba a vislumbrar el cierre de la explotación minera. Entonces, se podía acceder por la Corta Atalaya, ahora inundada, y los trabajadores reivindicaban al Gobierno central del PP la concesión de un crédito ICO por valor de 1.000 millones de las antiguas pesetas para mantener la actividad.

Emed Tartessus, que asegura no haber tenido conocimiento de la intención de sus operarios hasta producirse el encierro, comprende la desesperación y el desánimo de una plantilla que viene haciendo un trabajo espléndido en la conservación de los activos que conforman el complejo minero-metalúrgico de Río Tinto. Nada más recibir la noticia, la dirección de la empresa puso en marcha medidas preliminares para garantizar la seguridad y salud de sus empleados. Aunque se desvincula de sus acciones, respeta los derechos de éstos. Por ello, la empresa solicitó una reunión urgente con los líderes sindicales para conocer mejor la situación y el contenido de las reivindicaciones.

Emed reconoce también, en este punto, los “intensos esfuerzos” que realiza la Junta de Andalucía para posibilitar la reapertura de la mina, aunque aclara que el Proyecto Río Tinto (PRT) está en un momento delicado a causa de las largas conversaciones entre la empresa y la Administración. La intención de los nuevos gestores, como afirman en un comunicado, “siempre ha sido, es y será la de colaborar con las administraciones y con todas las partes legítimas para que el PRT sea una realidad lo antes posible con el apoyo y la confianza que los ciudadanos de la Cuenca Minera vienen depositando en la empresa”.

El PSOE cree que la empresa se irá si no consigue los permisos en 2011

Fuentes del PSOE de Huelva opinan que los mineros se han visto obligados a reaccionar porque Emed Tartessus, la filial de la multinacional minera Emed Mining les ha anunciado que si la explotación no consigue su viabilidad en 2011 abandonarán sus intenciones de poner en marcha el Proyecto Río Tinto (PRT). Desde las filas socialistas se teme la “maraña jurídica” que envuelve la mina y el proceso de transmisión de las licencias mineras, un punto en el que recuerdan que algunos de los seis miembros que conforman la Comisión Liquidadora de la extinta MRT bloquea la consolidación de los derechos a favor de la firma de capital chipriota. Desde la Junta de Andalucía se asevera que ante tanta incertidumbre están con las manos atadas, aunque trabajan para clarificar la situación con la mirada puesta en la anheñada reapertura de la línea del cobre.

La Administración autonómica mantiene la misma versión que el delegado del Gobierno andaluz en Huelva, Manuel Alfonso Jiménez, adelantó a este periódico hace un mes. A su juicio, Emed no es propietaria del subsuelo, pues, para ello, necesita obtener y escriturar a su nombre los derechos mineros (que siguen en manos de la Comisión Liquidadora) la concesión y la autorización de la Junta de Andalucía. Ésta no puede darle la autorización definitiva al proyecto porque los derechos administrativos aún constan en los registros a favor de la última concesionaria, MRT, SA, la heredera surgida de la empresa Minas de Río Tinto Sociedad Anónima Laboral (MRT, SAL), que llegó a ser propietaria y pertenece a algunos de los 600 trabajadores que operaban allí hace diez años. La Junta también ha pedido un aval de 180 millones de euros.

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