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Pablo Pineda

El fútbol desde los mandos

El fútbol desde los mandos

Fran Arroyo se adjudica el III Campeonato de Play Station 3 de JSA-El Campillo · Sucede en el trono al ganador de las dos ediciones anteriores, Jerónimo Mariano, quien, contra todo pronóstico, cayó en la primera fase

EL CAMPILLO. El fútbol desata pasiones. Da igual que sea real o virtual, si se es espectador o protagonista, aficionado o deportista de elite. Las sensaciones son máximas desde cualquiera de las perspectivas, desde cualquier ángulo. Pero, incluso, hay una vertiente que es capaz de aglutinar todo ese haz de emociones que rodean a la fiesta del balompié para elevar a sus actores hasta las cotas más altas: la de los videojuegos. En ellos, quien se pone a los mandos de una consola, experimenta todos los escenarios posibles. Es público y jugador a la vez, entrenador, presidente y hasta juez de la contienda. Todo está al alcance de la mano, la gloria y también el fracaso, como en el auténtico, porque como en éste, la pelota, caprichosa, puede no querer entrar.

Todo esto quedó patente en el III Campeonato de Play Station 3 organizado, en torno al juego Pro Evolution Soccer 2011, por la Agrupación Municipal de Juventudes Socialistas (JSA) de El Campillo-Salvochea el pasado fin de semana. Eran 16 los participantes y sólo uno lograría escalar hasta la cima. Y fue Fran Arroyo, de 21 años, quien lo consiguió, al imponerse en la final a Manuel Muñoz, la revelación del torneo con sólo 15 años, por un ajustado marcador de 2-1. De esta forma hallaba sucesor el trono que dejaba vacío Jerónimo Mariano, el ganador de las dos ediciones anteriores, quien, contra todo pronóstico, cayó eliminado en los primeros compases de la competición desarrollada en la improvisada pantalla gigante que se instaló en la Casa del Pueblo de la localidad minera.

Todos los ingredientes estaban sobre el tapete, donde, cómo no, Barcelona y Real Madrid acapararon todas las miradas. Eran los preferidos, en ellos depositaban sus opciones, y sus esperanzas, la práctica totalidad de los jóvenes que aspiraban al título, aunque, con el permiso del Chelsea inglés, que aún tiene sus adeptos. Tampoco faltaron los valientes, o suicidas, según se mire, pues hubo quien se autocondenó al sufrimiento al elegir al Villarreal o al Sevilla como compañero de viaje para alguno de sus envites. Las estrategias también eran variadas. Eso sí, primaban las versiones más ofensivas en los jugadores más experimentados, en los más curtidos en las batallas virtuales (no por ello los más viejos), y el catenaccio italiano en los más noveles.

Fran Arroyo, el ya vigente campeón, solventó todos sus partidos con victoria (a excepción de un empate a cero en el tercer choque de la fase de grupos, cuando ya estaba clasificado para los cuartos). No obstante, no lo tuvo fácil, pues Manuel Muñoz, que se deshizo en semifinales de José Viguera, le plantó cara con los mandos en la final merced a una estrategia ultradefensiva, hasta el punto de que no fue hasta el minuto 84 cuando marcó el gol que le valió la corona. Antes, en semifinales, había doblegado a Guillermo Remesal. Oreste Silva, Francisco José González ‘Godo’, Alejandro Navarro y Pablo Pineda dijeron adiós en cuartos. Un reconocimiento especial se llevó Mariano Silva, quien se colgó una medalla por ser, con seis años, la más joven promesa.

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