La renovación del alumbrado ahorra un 22% de energía

El Ayuntamiento ha invertido 253.909 euros en farolas más sostenibles (en términos ambientales y económicos), más estéticas y que otorgan una mayor seguridad a la ciudadanía

EL CAMPILLO. Ahorro de energía, reducción de emisiones a la atmósfera y embellecimiento del casco urbano. Éstas son las tres líneas que avalan el proyecto de renovación integral del alumbrado público de El Campillo. Bajo una inversión de 253.909 euros, la actuación, que ha abarcado ya casi a la totalidad del casco urbano, ha permitido hasta ahora reducir el consumo eléctrico en un 22 por ciento. Sin duda, como exponen desde el PSOE, todo un avance en la lucha contra el cambio climático que, en paralelo, alivia a las arcas municipales de buena parte del peso de las facturas de la luz. Algo que propiciará la disposición de dinero para otras actividades, en especial, ligadas al desarrollo sostenible, “uno de los más firmes compromisos de los Gobiernos Socialistas”.

Los logros del proyecto, que se ha ejecutado con el apoyo financiero de la Junta de Andalucía, la Diputación Provincial de Huelva y la Agencia Andaluza de la Energía, entidad adscrita a la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia, descansan en la sustitución de las clásicas farolas de vapor de mercurio por las novedosas de vapor de sodio a alta presión. Éstas últimas, al mismo tiempo que permiten un ahorro, bajo las conclusiones de una auditoría energética realizada en El Campillo, de 10,5 euros al año por cada lámpara, proporcionan una luminosidad más elevada (lo que se traduce en un incremento de la sensación de seguridad en las calles) y presentan una vida útil más alargada en el tiempo. E, incluso, no atraen a insectos, lo que facilita las labores de limpieza y mantenimiento. Desde luego, todo son ventajas.