Cuaresma niega que prohibiese el acceso al Archivo Municipal a Fernando Pineda
El alcalde de El Campillo aduce que “sólo” fue un caso puntual por falta de personal · Sin embargo, dos semanas antes le había transmitido a través de un funcionario “que no venga más al archivo, porque ya ha tenido tiempo suficiente”
EL CAMPILLO. El alcalde de El Campillo, Francisco Javier Cuaresma (PA), ve el caso de su prohibición de la entrada al Archivo Histórico Municipal al investigador y ex regidor socialista Fernando Pineda, que tuvo lugar el pasado 27 de diciembre de 2011, como una verdadera trama conspiratoria hacia su persona. El dirigente andalucista da ahora un giro a los acontecimientos y manifiesta, en una carta publicada en el periódico Cuenca Minera Punto Cero, que sólo se trata de una serie de declaraciones malintencionadas cuyo único fin es desacreditarle. Según alega, su negativa sólo respondió a una incidencia puntual motivada por la falta de personal de ese día concreto ante el periodo vacacional del que disfrutaban diversos trabajadores del Ayuntamiento durante las fiestas navideñas.
Al afectado, en cambio, no le dio ninguna explicación de su postura, como tampoco ha dado aún respuesta al escrito registrado por el mismo en el Consistorio con fecha de 3 de enero de 2012. Fernando Pineda, por tanto, pone en tela de juicio que esas sean las razones reales. Una hipótesis que refuerza el hecho de que ya, con quince días de antelación a ese 27 de diciembre de 2011, Cuaresma le había transmitido, con un funcionario municipal como interlocutor, “que no venga más al archivo, porque ya ha tenido tiempo suficiente para buscar lo necesario”. Por ello, el que fuera alcalde del PSOE durante 20 años insiste en interpretar una “orden antidemocrática” que atenta contra las Leyes de Archivos de la Junta de Andalucía como fruto de su “ignorancia” sobre los derechos que la legislación actual reconoce o de un “odio heredado” a su condición de socialista.
Antecedentes
Este tipo de desmentidos por parte del hoy alcalde de El Campillo, Francisco Javier Cuaresma, no es nuevo. Ya en mayo de 2007, tras las Elecciones Municipales en las que la candidatura andalucista que encabezaba fue la más votada, negó de un modo taxativo las amenazas de despido vertidas por miembros de su lista hacia los trabajadores municipales cuando, megáfono en mano, festejaban su victoria por las calles del pueblo (al final, un pacto PSOE-IU les impidió gobernar). Fueron muchos los vecinos que escucharon aquellos gritos de “Trabajadores del Ayuntamiento, el lunes a la cola del INEM. Hermenegildo y Manolita os esperan”. Unos nombres que coincidían con el de dos empleados de las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) en Nerva. Tampoco entonces reconoció lo que era evidente.
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