Emed apura el acondicionamiento de la mina para producir concentrado de cobre este verano

La compañía espera procesar desde el inicio hasta cinco millones de toneladas de mineral al año para luego llegar hasta los 9,5 millones

CUENCA MINERA. El objetivo de Emed Tartessus de arrancar la producción de cobre en la mina de Riotinto este mismo verano, cada vez más cerca. Los trabajos de reacondicionamiento de las infraestructuras, equipos y controles que ejecutarán el proceso metalúrgico desde la extracción en el yacimiento hasta la obtención del concentrado de cobre están “prácticamente terminados”. Así consta en el boletín informativo editado por la compañía, en el que se indica que la primera fase del proyecto, que consiste en la puesta en marcha de las instalaciones necesarias para tratar hasta cinco millones de toneladas de mineral al año, “está cercana a su culminación”.

No es lo único. Emed Tartessus, además, sigue las pautas para ampliar la capacidad de producción hasta los 7,5 millones de toneladas de mineral, en una fase intermedia, para luego llegar hasta los 9,5 millones de toneladas al año. Para ello, los técnicos acometen la reparación de secciones adicionales de las instalaciones existentes y se levantan los cimientos de aquellas nuevas que aparecen contempladas en el diseño de la ampliación. Una vez a pleno rendimiento, la filial de Emed Mining afirma haber establecido un plan de vigilancia y control ambiental para asegurar el seguimiento de la calidad del aire y el agua, la gestión de los residuos, los ruidos o la protección de la flora y fauna.

Entre las mejoras que ya se aplicando en materia de agua, la compañía menciona en su boletín informativo la reparación de las canalizaciones en los alrededores de Corta Atalaya, catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC). Algo que, según explica, “evitará aportes innecesarios” a esta estructura. Se han ejecutado también acciones en las estaciones de recogidas de filtraciones de la presa de estériles, tales como el duplicado de bombeos y conducciones, la instalación de sistemas de aviso ante averías, caudalímetros en todas las conducciones y arquetas de recogida, así como la implantación de cunetas para evitar la incorporación de aguas de lluvia.