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Pablo Pineda

Las Juventudes Socialistas reprueban a Rosa Caballero por su “localismo insolidario”

Las Juventudes Socialistas reprueban a Rosa Caballero por su “localismo insolidario”

La alcaldesa popular de Minas de Riotinto amenaza a Emed Tartessus con negarle los permisos municipales si no prioriza la contratación de parados de su pueblo

CUENCA MINERA. La alcaldesa de Minas de Riotinto, la popular Rosa Caballero, rompía la pasada semana la calma social y política que, desde las Elecciones Autonómicas del 25 de marzo, envolvía al proceso de reapertura de la línea del cobre. La única regidora del PP en la Cuenca Minera se aislaba en su territorio con unas declaraciones “incendiarias” en una entrevista concedida a un periódico local. Lanzaba un órdago a la empresa Emed Tartessus: “si no cambia su estrategia de recursos humanos dejo de apoyar el proyecto”. La dirigente conservadora, en lugar de reclamar que el empleo que genere incida sobre el conjunto de los parados de la comarca, sorprendía con la exigencia, entre otros puntos, de un compromiso de contratación prioritaria de vecinos de su ciudad (lo mismo en el caso de los servicios de las pymes). De lo contrario, según añadía, considerará que la iniciativa no es de utilidad pública para su pueblo y, en consecuencia, negará las licencias municipales pertinentes para que arranque la actividad. Las Juventudes Socialistas (JSA) mineras han contraatacado con un vídeo de reprobación de una actitud “inadmisible” que definen como “localista, egoísta e insolidaria”. Para el brazo joven del PSOE, Rosa Caballero “ha traicionado a la Cuenca”.

Las distintas agrupaciones de las Juventudes Socialistas de la zona se preguntan dónde ha dejado la bandera de “salvadora de nuestra tierra” que, junto a sus compañeros, izó en la campaña electoral y cómo va a mirar ahora a los ojos a todos los desempleados de la comarca a los que, “con tanta insistencia, pedía que salieran a la calle para reclamar a la Junta de Andalucía que abriera la mina”. La coordinadora de JSA, ante esta “patada al sufrimiento y a las esperanzas de los habitantes de la Cuenca”, insta a la regidora de Minas de Riotinto a emitir una “rectificación pública inmediata” e invita a los portavoces de su partido en los distintos ayuntamientos mineros (la teniente de alcalde de El Campillo, Manuela Caro; Francisco José Gallardo, en Nerva; Juan Antonio Márquez Lancha, en Zalamea la Real; Antonio Carrión Delgado, en Campofrío; y Eduardo de los Reyes Ruiz, en Berrocal) a desacreditar el atentado “intolerable” que sus palabras suponen contra la “imprescindible unidad” que representa la plataforma compuesta por los siete regidores, los sindicatos UGT y CCOO y cinco organizaciones empresariales. La cantera del puño y la rosa solicita la misma “coherencia” a su socio de Gobierno en el consistorio salvocheano, el PA, así como a IU y al propio PSOE.

Las Juventudes Socialistas, incluidas las del núcleo en cuestión, Minas de Riotinto, han sido firmes en su defensa de la unidad de la Cuenca como “única vía posible hacia su desarrollo socioeconómico”. Para ello, han ilustrado en un vídeo de algo más de 12 minutos de duración el peligro de ese localismo por el que aboga Rosa Caballero. Le plantean, en un estilo directo, si a ella le parecería justo que sólo pudieran trabajar campilleros en las compañías Río Tinto Fruit y Río Tinto Plásticos o en los centros de Aspromin; o que sólo hubiera operarios de Nerva en la planta del vertedero o en las empresas de su polígono industrial; o sólo zalameños en las del suyo. Las JSA continúan, en este sentido, para interpelar a la alcaldesa si se le ha de negar también ese derecho en Campofrío, en Berrocal o en La Granada de Riotinto a todo aquel que no sea de allí, al resto de habitantes de la comarca. No terminan ahí, pues agregan que, dado ese caso, hasta qué punto tendrían que permitir los demás municipios que camiones cargados de mineral transitaran por sus términos en dirección a sus destinos o que los residuos de la extracción del cobre acaben en balsas que ocupan suelo de El Campillo o Campofrío.

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