Del periódico al ciberperiódico
La evolución de los medios de comunicación impresos desde la aparición de la imprenta a mediados del siglo XV ha provocado una amplia amalgama de términos que han dado nombre a cada uno de los pasos que ha dado la historia del periodismo en el camino hacia su consolidación. En el siglo XVII, surgieron las gacetas, unas publicaciones que recogieron el testigo de los anteriores avisos, ocasionales y relaciones, a la vez que aportaron ya uno de los rasgos más distintivos de los medios informativos impresos de la actualidad: la periodicidad.
Con respecto al término que dio nombre a esta nueva publicación del siglo XVII hay que apuntar, a modo de curiosidad, que se debe a que una gaceta era la moneda que costaba adquirir un ejemplar, lo cual ilustra de una manera clara que a la hora de denominar los diferentes realidades emergentes no se sigue ningún criterio estricto, sino que se suelen hacer concesiones al uso, es decir, adoptar nombres aceptados y entendidos por el conjunto de la sociedad.
A partir de la aparición de la gaceta, la principal característica del periodismo moderno ha sido la que ha servido para identificar al producto informativo impreso: el periódico. En este sentido, hay que señalar que, en un principio, la periodicidad fue mensual, pasando luego a ser semanal, hasta que la evolución del periodismo permitió la irrupción de la periodicidad diaria en el siglo XVIII. Por tanto, un mismo término (periódico) ha servido para dar nombre a las publicaciones mensuales, semanales y diarias. En la actualidad, los avances tecnológicos han permitido que las ediciones digitales actualicen sus contenidos de manera constante, adoptando así una periodicidad instantánea.
Por ello, teniendo en cuenta la enorme tradición del término periódico, una palabra aceptada y generalizada en la sociedad actual, no es preciso un cambio brusco en la manera de denominar a las publicaciones de periodicidad instantánea o continua. Ahora bien, sí se antoja necesario introducir algún elemento que identifique al nuevo producto informativo digital o cibernético con el objetivo de diferenciarlo del periódico plasmado en el soporte de papel. Por ello, ciberperiódico parece ser la terminología más adecuada para definir el nuevo paso de la historia del periodismo, sobre todo si se tiene en cuenta que el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua ya acepta palabras con el prefijo ciber como cibernética, cibernauta o ciberespacio. De hecho, ya hay alguna publicación denominada Ciberperiódico.
Con respecto al término que dio nombre a esta nueva publicación del siglo XVII hay que apuntar, a modo de curiosidad, que se debe a que una gaceta era la moneda que costaba adquirir un ejemplar, lo cual ilustra de una manera clara que a la hora de denominar los diferentes realidades emergentes no se sigue ningún criterio estricto, sino que se suelen hacer concesiones al uso, es decir, adoptar nombres aceptados y entendidos por el conjunto de la sociedad.
A partir de la aparición de la gaceta, la principal característica del periodismo moderno ha sido la que ha servido para identificar al producto informativo impreso: el periódico. En este sentido, hay que señalar que, en un principio, la periodicidad fue mensual, pasando luego a ser semanal, hasta que la evolución del periodismo permitió la irrupción de la periodicidad diaria en el siglo XVIII. Por tanto, un mismo término (periódico) ha servido para dar nombre a las publicaciones mensuales, semanales y diarias. En la actualidad, los avances tecnológicos han permitido que las ediciones digitales actualicen sus contenidos de manera constante, adoptando así una periodicidad instantánea.
Por ello, teniendo en cuenta la enorme tradición del término periódico, una palabra aceptada y generalizada en la sociedad actual, no es preciso un cambio brusco en la manera de denominar a las publicaciones de periodicidad instantánea o continua. Ahora bien, sí se antoja necesario introducir algún elemento que identifique al nuevo producto informativo digital o cibernético con el objetivo de diferenciarlo del periódico plasmado en el soporte de papel. Por ello, ciberperiódico parece ser la terminología más adecuada para definir el nuevo paso de la historia del periodismo, sobre todo si se tiene en cuenta que el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua ya acepta palabras con el prefijo ciber como cibernética, cibernauta o ciberespacio. De hecho, ya hay alguna publicación denominada Ciberperiódico.
0 comentarios