La quema de Judas purifica al pueblo y cierra la Semana Santa
EL CAMPILLO. La tradición y el pueblo campillero volvieron a encontrarse en la madrugada del pasado domingo a través de la popular quema de Judas, en la que el fuego desterró del municipio las malas vibraciones y purificó las almas de los ciudadanos, al reducir a cenizas a los personajes de trapo que, rellenos con hojarascas y cartones, fueron creados por los lugareños para despedir la Semana Santa. Como marca la costumbre, entre los muñecos expuestos con el único fin de servir de pasto para las llamas se encontraban protagonistas de la actualidad social más inmediata y actores emblemáticos de aquellas fábulas que aún permanecen intactas en el recuerdo de todos gracias a la transmisión de sus historias de generación a generación. El ex alcalde de Marbella, Julián Muñoz; Bea, la bella secretaria tapada de una de las series de televisión de moda; la famosa y despampanante Belén Esteban; Ronaldinho, el mago del balón; sin olvidar al carismático Pinocho, a una pareja flamenca o a un rechoncho aficionado a la recogida de gurumelos, entre otros, se concentraron en los aledaños del colegio público de El Campillo en el ocaso del sábado de gloria.
Tras la deliberación de un jurado compuesto por representantes de la Corporación municipal y de las diferentes asociaciones locales, fue la creación de madera de Gepeto a la que crecía la nariz con cada mentira que contaba, recuperada en forma de trapo por un grupo de jóvenes campilleros, la que se alzó con el galardón de mejor Judas, valorado en sesenta euros. También fueron reconocidas con sendos premios de treinta euros la escena de Belén Esteban junto a su hija Andrea en un parque infantil y el ambiente romero formado por la pareja adecentada con trajes de flamenco. Era el colofón de una Semana Santa abierta por las procesiones del Jueves y el Viernes y las ya habituales acampadas de los jóvenes en la finca municipal El Cura.
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Mari Lux -
Besotes de la Godi