Blogia
Pablo Pineda

La escasa profundidad de banquillo sentencia al Campillo C.F. en Aracena

El cuadro minero cayó 2-1 ante el Medina Arsena tras adelantarse en el marcador y quedarse con nueve por la expulsión de Basilio y varias lesiones

ARACENA. La exigua plantilla del Campillo C.F. condenó al cuadro minero en el trofeo de Aracena, donde cayó por 2-1 después de adelantarse en el marcador y dominar el esférico durante la mayor parte de la primera mitad. De nada sirvió el gol anotado por el delantero Alberto en los primeros 20 minutos ante la mayor profundidad de banquillo de los anfitriones. Y es que, frente a los 13 jugadores (dos de ellos porteros) con los que llegaba el conjunto adiestrado por Antonio López Espinosa, mermado por las lesiones de Fernando, Paco, Emilio y Fran y la ausencia de Ramón, el Medina Arsena disponía de efectivos para hacer saltar al albero hasta dos equipos diferentes.

Pese a estas circunstancias adversas, los campilleros arrancaron el choque como claros dominadores ante un Medina Arsena que se limitaba a contragolpear hacia el área defendida por Pablo sin crear excesivo peligro. Jero y Coqui, en la medular, favorecían la llegada de los visitantes mediante jugadas elaboradas, fruto de las cuales llegó el 1-0. No obstante, el paso de los minutos empezaba a hacer mella de un modo paulatino en los pupilos de Antonio López Espinosa, quien, además, se vio obligado a dar entrada, antes del descanso, al único jugador de campo que ocupaba el banquillo, el delantero Rachón, como consecuencia de las molestias surgidas en la rodilla de Javi Pinilla. El efecto inmediato, la reacción de la escuadra serrana, que empezó a sacudirse su sometimiento a la mayor calidad de los mineros y a aproximarse más a la meta rival. Así, se concretaría el empate a falta de pocos minutos para el descanso, al que pudieron irse los campilleros con desventaja si un delantero local no hubiera enviado el balón fuera cuando se plantó ante el cancerbero con todo a su favor.

Ya la segunda mitad supuso un giro radical. El Campillo pasó a ser una mera marioneta en las manos de un Medina Arsena en el que eran frecuentes los movimientos de banquillo. Pronto se quedarían los visitantes con uno menos por la expulsión del lateral izquierdo Basilio, quien, bajo los palos, sacó con la mano un balón que se colaba en la red. El lanzamiento de penalti se marchó fuera, a la izquierda del portero Manuel David. Pero el envite ya estaba visto para sentencia. Sólo quedaba que el cuero entrara en las mallas para que los serranos se alzaran con su trofeo veraniego. Hasta cuatro ocasiones claras de gol se perdieron en el limbo ante el desacierto de los atacantes del Medina Arsena, que, de forma incomprensible, marraban cuando ya se cantaba el gol en la grada.

Aún peor se pusieron las cosas para un ya inoperante Campillo cuando, mediada la segunda parte, sin recambios en el banco, tuvo que retirarse con molestias en la rodilla el ariete Javier Vespasiano. El equipo minero se quedaba con nueve y ya, lejos de la búsqueda del triunfo, sólo podía limitarse a aguantar las embestidas del rival. Y así lo hizo durante bastante tiempo, hasta los minutos finales. Mantener el empate, sin embargo, ante la situación en la que se hallaban los campilleros, emergía como una verdadera utopía. A falta de tres minutos para la conclusión, un centro desde la banda izquierda acababa en un remate de cabeza inapelable que hacía subir al marcador el 2-1 definitivo.

0 comentarios