Conjura del flamenco para la recuperación de la Peña Candil Minero de El Campillo
Artistas de toda la provincia acompañaron a la constelación de cantaores locales que encabeza una promesa ya consagrada como José Luis Diéguez
EL CAMPILLO. El flamenco es, desde hace poco más de un año, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, pero ya antes lo era de El Campillo. Por un hecho muy simple, la enorme constelación de artistas que emana de las entrañas de esta tierra minera bañada por las rojizas aguas del Tinto y el aroma a cobre y que encabeza, en la actualidad, la joven promesa, cada día más consagrada en forma de estrella, José Luis Diéguez (25 años). Su voz, embriagadora, tocada por el duende de la excelencia y laureada por una larga lista de reconocimientos, fue la encargada de cerrar la gala con la que artistas de toda la provincia se conjuraron para la recuperación de la Peña Cultural Flamenca Candil Minero-El Campillo y poner fin así a casi dos décadas de silencio de una entidad que sería hoy de las más antiguas del mapa onubense.
José Luis Diéguez expuso sobre el escenario el porqué de sus primeros premios en los concursos de fandangos de Alosno, Cortegana (2009) o Encinasola (2011) o la Uva de Plata del Festival Flamenco Ciudad de Jumilla 2011 (Región de Murcia), sin olvidar su condición de semifinalista en el Concurso Internacional de Cante Flamenco ‘Lo Ferro 2011’ (Torre Pacheco, Región de Murcia), donde este verano compitió por el Melón de Oro. Pero no era el único campillero. Le precedieron voces ya curtidas como las de Francisco Cumplido Orta, que vuelve a las tablas y a presidir la asociación; Juan Antonio Marín ‘El Patita’ o Rafael Huelva, o la algo más joven de Juan Antonio Marín ‘Miri’. Todo ello, con los guitarristas locales Pablo Llamas y Claudio Guerrero al toque.
El cartel sobrepasaba, no obstante, las fronteras de El Campillo para reunir a cantaores del resto de la geografía onubense entre los que irradiaron una luz propia figuras del renombre de Alfonso Corbi (Huelva), que deleitó al público tanto a título individual como con su actuación junto al cuadro de la Peña Flamenca de Trigueros, o Leticia de Fernanda (Zufre), todo un alarde de potencia. Un amplio elenco en el que también tomaron parte el experimentado Paco Marín (Beas), Manolo Garrido y su hijo Juan Manuel (campilleros que emigraron a la capital) o el zalameño Carlos ‘Cesáreo’ y que quedó completado por el grupo ‘Casi Na’ y las pequeñas bailaoras de Amanecer Minero (que mezclan aires salvocheanos y riotinteños), así como por los guitarristas Antonio del Carmen, Luis Domínguez o Manolo Rodríguez. La meta, encender de nuevo la llama del candil minero que se apagó en 1992.
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