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Pablo Pineda

Asaltan, destrozan y saquean el hotel Santa Bárbara de Riotinto

Asaltan, destrozan y saquean el hotel Santa Bárbara de Riotinto

La instalación turística más importante de la Cuenca Minera pertenece a la Consejería de Turismo · La Junta invirtió en su construcción 1,3 millones de euros · Cerró sus puertas en octubre de 2009

MINAS DE RIOTINTO. El Hotel Santa Bárbara de Minas de Riotinto, el símbolo de lo que intentó ser la joya de la diversificación socioeconómica de la Cuenca Minera, ha sido asaltado, saqueado y destrozado. Los vándalos se han llevado colchones, sanitarios, puertas, ventanas, cableado, lámparas, espejos..., han forzado puertas y destrozado cristalerías, camas, marcos y habitaciones enteras. No han dejado títere con cabeza y se han empleado a fondo. Para sacar el botín han empleado pequeñas furgonetas, vehículos e, incluso, furgonetas tipo pick-up. No se han salvado del robo ni los cables ni tampoco las barandas, cortadas a medida, en especial, las más valiosas. Cada uno ha cogido lo que necesitaba, a capricho y con tiempo.

Sin duda, la ubicación del hotel, alejado del centro del pueblo y en mitad de un cerro, ha servido de acicate a los cacos y gamberros para campar a sus anchas por sus dependencias. Incluso, han llegado a quemar algunos objetos, camas y colchones. La mayoría de los útiles saqueados estaban en muy buenas condiciones de uso. Pero los hechos no han ocurrido en un solo día, sino en sucesivas oleadas de actos vandálicos desde que cerrara sus puertas en octubre de 2009.

El edificio fue inaugurado en 1998 por el consejero de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta, el andalucista José Núñez, tras una inversión de 1,3 millones de euros a los que hay que añadir el coste del embellecimiento y los muebles. Curiosamente, Núñez confesó el día que cortó la cinta del hotel que, de forma inmediata, habría que proceder a su ampliación porque “se había quedado pequeño”. En la actualidad pertenece a la Administración andaluza tras entregar las llaves en el Ayuntamiento el último propietario privado que gestionó la instalación turística, Casa García.

El hotel Santa Bárbara tiene veinte habitaciones y está ubicado en el popular Cerro de los Embusteros de la localidad minera. Antes de su cierre definitivo, dos conocidos industriales del sector de la hostelería y la restauración de la provincia de Huelva trataron de reflotarlo y ponerlo en marcha. Hostal Galán, de Minas de Riotinto, y Casa García, de Almonaster la Real, dieron el paso para hacerse cargo del negocio, pero no pudieron ante el galopante declive que sufre la zona desde que cerraron las minas en el año 2000 y dejaron en las listas de los ERE y del paro a más de 600 trabajadores.

A la falta de negocio por la crisis del cobre de la década de los noventa se unieron las deficiencias palpables que presentaba el edificio. Entre ellas, una fundamental: la carencia de ascensor para su segunda planta, sin olvidar un número de camas insuficiente para alojar a un autobús completo de turistas. Hasta las administraciones de la comarca, ayuntamientos, Mancomunidad o, incluso, la Junta, dejaron de celebrar sus eventos en las instalaciones del Cerro de los Embusteros, lo que provocó el despido de la plantilla hace poco más de dos años: tres camareras, dos cocineras y un operario eventual fueron los últimos en desempeñar sus funciones laborales.

Los sucesivos alcaldes de la localidad no han podido hacer nada por su subsistencia debido a que las arcas municipales carecen de fondos desde el cierre de la mina. Ni Emilio Marín ni José Manuel Delgado, ni Nuria Hernández, todos del PSOE, ni Rosa Caballero (PP) han conseguido atraer a nuevos inversores. Tampoco la Consejería de Turismo, que pretendía recuperar la inversión con la explotación del hotel. Su objetivo era que el concesionario abonara la cuantía en facturas mensuales aplazadas. También se acogió al programa europeo Leader II, ideado para beneficiar a comarcas como la de Río Tinto dentro de la estrategia comunitaria de desarrollo turístico. La actual Corporación riotinteña proyectaba usar el lugar como sede de una fundación relacionada con la puesta en marcha de la línea del cobre. La situación es ya irreversible.

Rafael Moreno / Huelva Información

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