Evasión y catarsis en la feria campillera
EL CAMPILLO. Llega la siempre esperada feria de El Campillo, la fiesta mayor de la localidad minera, y, con ella, la purificación del alma de los campilleros, la catarsis espiritual que, mediante el sano remedio de la convivencia y el gozo, erradicará las impurezas dejadas por el estrés y las inquietudes cotidianas. Música, cultura, actividades deportivas, juegos infantiles, corrida de toros... son los ingredientes dispuestos sobre el escenario para saciar los anhelos de evasión de la siempre opresora rutina.
Un aperitivo fue el maratón de fútbol sala y la disputa de la final del vigésimo campeonato de este mismo deporte. Rodeados por barreños colmados de ponche casero, inundaron de júbilo las gradas en la madrugada en la que la inauguración del alumbrado y una salva de cohetes anunciaban el arranque de la feria. Era el preludio de la realidad que abrigará a los campilleros hasta el próximo 22 de julio.
Hoy, al atardecer, una vez sorteado el soporífero calor estival, vuelven las actividades lúdicas, con los niños como principales protagonistas. El sonoro tránsito del tren, los giros de un tiovivo o los apasionantes rugidos de karts y motos sobre el asfalto del circuito instalado en las pistas deportivas del Colegio Público La Rábida, sin olvidar los brincos asociados a todo castillo flotante, serán los ejes de una fiesta infantil en la que, la nostalgia embargará a aquellos que ya vieron cómo les abandonaba su infancia. El colorido, la ensoñación y la fantasía se expandirán después por cada recoveco del núcleo minero con el pasacalles de gigantes y cabezudos.
Por la madrugada, tras la actuación de la Banda Municipal de Música de El Campillo, comenzarán las veladas que, durante toda la feria, se repetirán en las casetas municipal y de la juventud. Un poco antes quedará inaugurada la exposición de pintura con la que el artista local Javier Domínguez Olivera, bajo el título África, colaborará con la Asociación de Ayuda al Pueblo Saharahui. Sus cuadros podrán ser vistos cada día de feria entre las 23 y las 2 horas.
El homenaje a los mayores y a los campilleros ausentes abrirá, en la nave socio-cultural (13.30 horas), la jornada del viernes. Aquellos que, por la opresión del franquismo o por la búsqueda de una estabilidad laboral, emigraron a otros puntos de la geografía española o, incluso, europea serán recordados por los paisanos de su tierra natal. Ya por la tarde, a las 20.30 horas, el Campillo C.F. medirá sus fuerzas al Medina Arsena de Aracena.
Así se llegará al día más atractivo para la población minera, el sábado, con la sesión vermut del mediodía como precedente de una de las actividades estrella, la corrida de toros mixta, en la que descomunales bocadillos, acompañados por el insustituible vino, recorrerán la plaza portátil desde las 19 horas. La música, la comida y una multitud de mujeres ataviadas con trajes de flamenca marcarán en la caseta municipal los momentos previos a ese punto álgido de las fiestas campilleras, que contarán, por la noche, en la caseta de la juventud, con el concierto del grupo ‘Sodoma’.
Y el domingo, todavía con muchos campilleros fuera de la cama, rayará el alba para que el pueblo se eche a las calles bajo los sones de la banda de ‘El Tirachinos’, entre litros de aguardiente y a la espera de la oportunidad de realizar el ya mítico ‘baile de la cucaracha’. La gran tirada al plato, en el campo municipal de tiro (a las 11 horas), y una nueva sesión vermut (a las 13 horas) supondrán los últimos coletazos de una celebración cuyo broche de oro quedará urdido con el espectáculo del castillo de fuegos artificiales.
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