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Pablo Pineda

Emed Tartessus prevé reabrir la mina en el primer trimestre de 2012

Antes, se tendrá que ratificar el proyecto, que contempla una inversión de 200 millones de euros para el inicio de la actividad y el primer año de su explotación

CUENCA MINERA. Emed Tartessus, filial del grupo chipriota Emed Mining Public Limited y gestora de la mina de Río Tinto, ha anunciado que, tras el desbloqueo de la cesión de derechos mineros por parte de la Junta de Andalucía, el siguiente paso es ratificar el Proyecto Río Tinto (PRT) en la Administración autonómica, que ya fue presentado a finales de julio de 2010. Un trámite que “llevará unos meses” (un mínimo de cinco y un máximo de nueve, según fuentes solventes en la materia, y sin perder de vista el problema añadido de la propiedad de las balsas, compartida con Rumbo 5.0 y Construcciones Zeitung), con el fin de reabrir la mina en el primer trimestre de 2012.

En este punto, desde la compañía han señalado que “la previsión inicial es contratar directamente a unos 350 trabajadores”, cifra que “ascenderá a 450 en el segundo año de funcionamiento”, cuando la mina esté a pleno rendimiento, instante en el que la actividad de la línea del cobre “ocupará a un total de 1.200 empleados, entre directos e indirectos”. Emed Tartessus ha recordado, a su vez, su apuesta por una contratación local del 95 por ciento para su proyecto minero y ha indicado, además, que los directivos actuales de la empresa tienen la misión de formar a los jóvenes profesionales de la zona para que “a su debido tiempo, tomen el grueso de las responsabilidades”.

Por otro lado, la sociedad promotora del PRT ha matizado que la mina se cerró cuando la tonelada de cobre se cotizaba por debajo de los 2.000 dólares por tonelada, mientras que ahora el valor asciende a 9.500. En esta línea, Tartessus ha precisado que mientras el precio de la tonelada se mantenga por encima de los 3.000 dólares, “lo que es altamente previsible en los próximos años debido a la demanda de los países emergentes”, la mina será rentable.

El proyecto, en concreto, contempla una inversión de 200 millones de euros para el inicio de la actividad y el primer año de explotación, una cantidad ante la que la compañía estima la posibilidad de recuperar ese desembolso en cinco años y medio. Así, en cuanto a los costes, el PRT supone unos gastos de capital, directos e indirectos, que ascienden a 161,2 millones de euros, a los que se suman otros medioambientales de 20 millones de euros, a parte de aquellos relacionados con las mejoras ecológicas planificadas. Mientras, los costes de operación para 14 años apuntan hacia un valor de 560 millones de euros, como precio de mina asociado al contratista principal; y a 572,4 millones, en el capítulo de coste de planta.

De esta forma, el análisis financiero del plan de reapertura de la línea del cobre permite indicar que su puesta en marcha conllevará “innumerables beneficios” para la Cuenca Minera. Y, con ello, “contribuirá al crecimiento económico de Huelva mediante la creación de un tejido industrial, además de proporcionar un adecuado beneficio para Emed Tartessus y sus inversores”, siempre “con las garantías sociales y ambientales que pongan las bases para un futuro sostenible de la comarca” de la que emanan las aguas del Tinto.

Dentro del accionariado del Grupo Emed se incluye RCF, fondo de inversión con sede en EEUU y Australia especializado en minería y líder mundial en financiación de proyectos. Un gigante a cuya revelación le han añadido las fuentes de la compañía chipriota que el Proyecto Río Tinto representa una “buena de inversión” y que sus accionistas “están preparados para aportar el capital necesario para implementar las más modernas tecnologías y métodos operativos”.

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