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Pablo Pineda

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Pablo Vázquez endulza su estreno cadete con el bronce en el Andaluz de pista al aire libre

Pablo Vázquez endulza su estreno cadete con el bronce en el Andaluz de pista al aire libre

El joven atleta campillero cierra con este podio una campaña en la que ha bajado en 38 segundos su marca personal en los 3.000 metros

EL CAMPILLO. Pablo Vázquez Serrano aterriza en cadetes con la misma velocidad de crucero (y con un extra de aceleración) con la que acabó su travesía por las competiciones infantiles, entre los elegidos de la región. El joven atleta campillero de El Lince-Bonares, a sus 14 años, ahonda en su condición de firme promesa de este deporte símbolo de sacrificio, de afán de superación y, muchas veces, no sólo por su condición de disciplina individual, sino también por su carácter minoritario, de soledad. Así lo constata su bagaje en una temporada en la que, como novato en la categoría, se enfrentaba a corredores de mayor edad. Su presencia en los podios no ha dejado de ser una estampa habitual.

No ha desentonado, ni en Huelva ni fuera de ella. Lejos de ser una campaña de transición, de adaptación, ha continuado con su cosecha de éxitos, siempre bajo la cuidada planificación del entrenador Rafael Mata Navarrete. El último fruto, el bronce en los 3.000 metros del Campeonato de Andalucía de pista al aire libre disputado el pasado sábado 29 de junio en el Estadio del Mediterráneo, en Almería, donde sólo figuras ya consagradas, incluso con títulos a nivel nacional, como Noamane Blal (Ciudad de Motril) y Ouassin Oumaiz Errouch (Cueva de Nerja-UMA), ambos de origen marroquí, cruzaron la meta por delante de la perla minera, el segundo, a escasos centímetros de distancia.

Este tercer puesto no es más que la guinda al pastel de un año en el que se ha vuelto a erigir en el aplastante dominador de la geografía onubense, con otra doble corona (la cuarta consecutiva, desde alevines) en los circuitos provinciales de campo a través y de carreras populares de fondo, con siete victorias en cada uno de ellos. Todo ello, en un curso en el que también acabó octavo en el IX Meeting Iberoamericano de Atletismo de Huelva y séptimo en el Campeonato Andalucía de pista cubierta (Antequera) y se impuso en citas como las de Fregenal de la Sierra, Oliva de la Frontera, la Milla Mojada de Islantilla, la Carrera Popular de Mazagón o la Carrera Urbana de Niebla.

Pablo Vázquez Serrano, que sigue la estela de otros campilleros como Juan Carlos Payán, Santiago Rosende o Jaime Domínguez, ha pulverizado sus registros del ejercicio anterior. Ya como cadete, ha fijado su crono, en el caso de los 3.000 metros lisos, en 9:27:20 (La Cartuja, Sevilla), a apenas dos segundos de la mínima exigida para competir en el Campeonato de España de Granollers y muy por debajo de su anterior marca, de 10:05:36. Lo mismo sucede con su tiempo en los 1.000 metros, en el que ha establecido su récord personal en 2:46:85 (Estadio Iberoamericano de Huelva), diez segundos menos que el 2:56:98 que le otorgó la medalla de plata en el Andaluz en pista al aire libre infantil de 2012 en Algeciras y a décimas del objetivo nacional. Los 600 metros los ha firmado con una tarjeta de presentación de 1:32:83.

Objetivo cumplido... con creces

Objetivo cumplido... con creces

El Campillo C.F. sella el billete al que aspiraba en el año del retorno a Regional Preferente, la permanencia · Los hombres de José María Coronado han llegado a codearse con los elegidos con rachas de campeón

EL CAMPILLO. El Campillo C.F. ha sellado esta temporada el billete al que aspiraba en el año del retorno a Regional Preferente, el que da derecho a permanecer en el tren de la máxima competición del fútbol provincial. Los hombres de José María Coronado lo han logrado con creces, en una campaña en la que, incluso, llegaron a manejar números, si no de campeón, sí de favorito. Por momentos, hasta dejó de ser una utopía el asalto a la cabeza, a los puestos de la gloria, ya fueran los del ascenso directo o la tercera plaza, la de la consolación del play-off hacia Primera Andaluza. Optar a ella ya era un éxito en sí mismo para las huestes salvocheanas.

El curso, en consecuencia, para enmarcar, porque la escuadra blanquiazul continuará un año más en la categoría en la que tanto brilló en aquella no tan lejana década de los 90 y en los albores del presente siglo XXI, cuando era presidido por quien hoy da nombre a su campo, el ya desaparecido Francisco Valero Rojas. Lo hará, ya no desde la cola de un recién llegado, sino desde los vagones centrales, donde la sitúan los 52 puntos y su asentamiento en la mitad de la tabla, con un colchón de 18 puntos sobre un abismo con el que jamás coqueteó, el fantasma del descenso.

El Campillo C.F. asentó el éxito en un arranque de la segunda vuelta demoledor. El conjunto minero firmó una tarjeta de presentación de 18 puntos en las ocho primeras jornadas de la reanudación del campeonato. Un ritmo que sólo igualaba el todopoderoso Mazagón, el que a la postre se consolidaría como el firme dominador de la tabla y con el que los blanquiazules habrían compartido liderato de haber comenzado la Liga en el ecuador. La estela de esa racha todavía llegaba más atrás en el horizonte. Se remontaba hasta la jornada 16, el origen de una cadena de resultados que, con ocho triunfos, un empate y tres derrotas, dejó en el zurrón salvocheano 25 puntos de 36 posibles. Los pupilos de José María Coronado sumaban así ya los 42 puntos que, salvo vientos excepcionales, marcan la frontera, cada temporada, entre el ser o el no ser.

No fue un espejismo en medio de la travesía por el desierto que suele asolar a quienes acaban de ganarse el derecho a militar en una categoría superior. Tras una salida dubitativa de tres derrotas y sólo un triunfo en los primeros compromisos ligueros, el Campillo C.F. acumuló cuatro victorias consecutivas reforzadas luego por un empate que le colocó quinto en la clasificación. El miedo quedaba desterrado. La salvación dejaba de ser un sueño, y codearse con el grupo de los elegidos ya no era una meta tan inaccesible. De hecho, no se renunciaba a ello. Eso sí, paso a paso, sin presión, pues no era ésa la obligación.

La recta final

La recta final, con el objetivo cumplido, era un paseo, una oportunidad para disfrutar del paisaje, de los campos de la máxima categoría del fútbol provincial. Sólo quedaba la certificación matemática de lo que ya todos sabían. Había once partidos por delante que se saldaron con un balance de siete derrotas, un empate y tres victorias, la última, épica, con una remontada en el último suspiro para doblegar al Cruceño por 4-3 sobre el césped artificial del Francisco Valero Rojas. El mejor broche a una temporada que el club minero cierra con 52 puntos (16 triunfos, cuatro empates y 18 derrotas), 69 goles a favor y 68 en contra. Sobresaliente cum laude.

Eduardo Rodríguez estira el palmarés del Campeonato de PS3-FIFA 2013 de JSA

Eduardo Rodríguez estira el palmarés del Campeonato de PS3-FIFA 2013 de JSA

Supera en la final de la quinta edición de este torneo, contra todo pronóstico, a José Domingo Delgado de Mora y sucede en el trono a Francisco José González Esteban ‘Godo’

EL CAMPILLO. Eduardo Rodríguez Serrano. Éste es el nombre que alarga la sombra del palmarés del Campeonato de Play Station 3 (PS3) - FIFA 2013 de las Juventudes Socialistas (JSA) de El Campillo-Salvochea después de coronarse al superar en la final, contra todo pronóstico, a José Domingo Delgado de Mora. La igualdad, como la emoción, fue máxima. Tras empatar (1-1) en el último suspiro un duelo en el que su oponente abría la cuenta nada más echar a rodar el balón, el ya vigente ganador, se adjudicó la quinta edición de este torneo primaveral en la tanda de penaltis, por un ajustado 3-2, para suceder así a Francisco José González Esteban, Godo, que no pudo defender el título.

El equilibrio fue la tónica general de una competición a la que los 17 participantes saltaron con las espadas en todo lo alto. La pantalla gigante instalada en la Casa del Pueblo el pasado 13 de abril fue escenario de remontadas épicas, goles en el descuento que, a la postre, valían una eliminatoria, juego de toque, mortíferos contragolpes, paradas inverosímiles, golazos para enmarcar y para olvidar, éxtasis en las celebraciones y hasta lágrimas en la derrota, en especial, entre los alevines. Como en el fútbol mismo. La final no fue una excepción, sino el resultado de ese espigado camino que arrancaba desde la fase de grupos, desde el pistoletazo de salida.

Eduardo Rodríguez Serrano alcanzó esa cita después de doblegar en las semifinales al benjamín Fermín López Marín (2-0), el ariete del Real Betis Balompié, que manejaba el esférico con los mandos casi con la misma destreza con la que lo hace con los pies, algo que le sirvió no sólo para imponerse con autoridad en la categoría infantil, sino también para colarse entre los elegidos de la sénior (Miguel Lobo Mellado fue su víctima en cuartos, en los penaltis tras un empate a cero incomprensible dada la sucesión de ocasiones de uno y otro). El que fuera su verdugo, antes, en los cuartos, tuvo que levantar un 3-0 adverso frente a Rubén Sánchez Valiño, al que dejó en la cuneta con un más que inesperado 3-6. Empezaba a escribirse su hazaña.

José Domingo Delgado de Mora no lo tuvo más fácil. Manuel Muñoz Gómez, que se deshizo de José Viguera Romero en cuartos de final (1-0), vendió cara su piel en la otra semifinal. Comenzó por detrás en el marcador y no fue hasta el ocaso del choque cuando firmó el 2-1 que sellaba su billete a ese último peldaño, a esa última escala que lo separaba de la gloria. Con idéntico resultado sorteó a otro de los pequeños, al correoso Ismael López Rocha en los cuartos. Éste último se había otorgado a sí mismo el cartel de favorito con una intachable primera fase en la que contó por victorias cada uno de sus envites.

Así, 35 partidos y 120 goles después, Eduardo Rodríguez Serrano se subía a un trono que han ostentado hasta ahora Jerónimo Mariano López (dominador de las dos primeras ediciones), Fran Arroyo Sánchez (que, en esta ocasión, se veía apeado a las primeras de cambio, precisamente, a causa de un tanto sobre la bocina que le privaba de los tres puntos contra el que a la postre se erigiría en campeón, con el que empató a dos, un gol que, sin duda, determinaría el devenir de ambos), y Francisco José González Esteban, Godo. La revancha, pronto, pues las Juventudes Socialistas de El Campillo-Salvochea prevén también la organización de una Liga veraniega.

El Campillo, capital andaluza del 'fair play'

El Campillo, capital andaluza del 'fair play'

Hasta 400 pequeños conviven en el Francisco Valero Rojas en el XIII Torneo de Exhibición Prebenjamín-Benjamín de Escuelas Municipales de Fútbol

EL CAMPILLO. El Campillo se erigió el pasado domingo en capital andaluza del fútbol base y, por ende, del fair play, del juego limpio, el mismo que emerge de la inocencia de los niños, de su ilusión por hacer amigos, por construir aquello que, muchas veces, los mayores olvidan y hasta devastan. Ésa, como siempre, fue la lección que dieron los 400 pequeños que participaron en el XIII Torneo de Exhibición Prebenjamín-Benjamín de Escuelas Municipales ‘Danone Nations Cup 2013’ celebrado sobre el césped artificial del Francisco Valero Rojas minero. Sobre el tapete, tres categorías y trece equipos diferentes, los anfitriones, Nerva, Minas de Riotinto, Zalamea la Real, Aroche, La Palma del Condado, Cazalla de la Sierra, Carmona, Arahal, El Coronil, El Empalme, Altair y Arroyo-Calavera. Todos estaban en casa, como si de una gran familia se tratara. Ése era, desde luego, el ambiente que se respiraba. El nexo de unión, claro, el amor al balón.

Ni siquiera el resultado importaba. El cuero rodaba y, con él, la convivencia, el compañerismo, el fútbol en estado puro, el deporte como elemento, como foco de diversión, como fuente de regates, pases, paradas y goles inverosímiles, de destellos de calidad, de manos dadas entre rivales, de espontáneos abrazos entre oponentes... Sin piscinazos ni protestas, sin malos gestos, sin patadas a destiempo, sin golpes malintencionados, sin maldad. Sólo juego, sólo balompié, sólo fiesta, sólo alegría. Sólo lo mejor en cada uno de los 42 encuentros que se disputaron durante la mañana en los cinco campos en los que se dividía la impecable alfombra verde del Valero Rojas salvocheano. Cambiaba la edad. Los jugadores eran bebés, prebenjamines o benjamines. Pero la esencia se mantenía intacta. Nada variaba. La grada tampoco, como el rectángulo, rebosante de espectadores hilarantes.

Las luces del Centro de Estudios, Desarrollo e Investigación del Fútbol Andaluz (Cedifa) y la Federación Andaluz de Fútbol (FAF) apuntaban a la silueta de las estrellas de la jornada, los menores. Era su día. Ellos eran los protagonistas. Sin embargo, entre bambalinas, estaban los artífices, los autores de un guion que se empezó a escribir en la temporada 2005-2006 y que se forja desde 1995, cuando nacía la Escuela Municipal de Fútbol Base de El Campillo. Era el colofón, el broche, el premio a años de esfuerzo, de dedicación altruista, de entrega a los pequeños, a más de un centenar de niños de todas las edades, desde prebenjamines hasta juveniles, que se forman y crecen con los hábitos saludables, con el deporte, alejados de costumbres nocivas. Era el cierre a semanas, a meses, de ardua tarea, de horas de limpieza, de pintura, de remodelación de los vestuarios, de lucha de esos padres, madres y hasta abuelos y abuelas, de los monitores y voluntarios que, tras los entrenamientos, se quedaban en el Valero Rojas, para que todo estuviera listo para la cita, hasta el más ínfimo detalle. De ellos es el éxito.

Disparados

Los hombres de José María Coronado firman ante el Pinzón su tercera victoria consecutiva · Ocho triunfos y un empate en los últimos doce encuentros amarran la salvación · El Campillo encabeza la tabla de la segunda vuelta

EL CAMPILLO. El Campillo C.F. avanza, disparado, como un obús, no ya hacia la salvación, ya amarrada, sino hacia la utopía, al sueño, incluso, de colarse entre el club de los elegidos de la Regional Preferente. Los números hablan por sí solos, con rotundidad. Los hombres de José María Coronado, que encadenan tres victorias consecutivas, han firmado en las últimas doce jornadas una carta de presentación de ocho triunfos, un empate y tres derrotas; o, lo que es lo mismo, 25 puntos de 36 posibles. Si el campeonato liguero hubiera arrancado en la segunda vuelta, los mineros, ahora, liderarían la clasificación junto al Mazagón, ambos con 18 puntos. Hoy es octavo con 42, a doce del tercero, un Aljaraque en caída libre tras encadenar tres tropiezos seguidos. Más cerca está el Cartaya, quinto, con 47 puntos.

El objetivo en el año del ascenso está más que logrado. Los blanquiazules tienen garantizado, sólo falta zanjar el trámite de las matemáticas, su sitio en la máxima categoría del fútbol provincial un año más. Ahora toca, por tanto, disfrutar, deleitarse con el juego, degustar el sabor de la Regional Preferente. Y de la tranquilidad de divisar al Atlético Cruceño y al Hinojos (que marcan la frontera entre el ser y el no ser, entre la vida y el abismo) por el retrovisor, en un horizonte lejano, de 17 puntos. Ya, en consecuencia, no hay presión ni motivo para que tiemblen, para que pesen, las piernas. Todo un valor añadido y un elemento diferenciador con respecto a quienes sufren, sobre todo, ante sus últimos pasos renqueantes, el vértigo de las alturas (Aljaraque, Cartaya o Cortegana).

Los goles de José, su velocidad y su oportunismo, han sido claves, como el grado de la experiencia del veterano Víctor Vizcaíno. Suyos fueron los dos golazos que, en forma de fuegos artificiales, auparon al Campillo en el último duelo en el Francisco Valero Rojas frente al Pinzón (2-0). Dos días antes los salvocheanos cumplían a domicilio ante el Olont (0-1) para proseguir la fiesta iniciada con el 3-0 que endosaron al Hinojos en la antigua Pedrera (tantos de José, Víctor Vizcaíno y Alberto). Atrás quedaban, para siempre, los borrones de los mejores escritores, las estrechas derrotas frente al Aljaraque en casa (0-1) y el Cortegana en la fortaleza serrana (3-2).

La trayectoria positiva va más lejos. La mirada retrospectiva lleva a un nuevo triunfo de las huestes de José María Coronado en el campo del Valdelamusa (0-1) y a otro recital en el Valero Rojas ante el Pozo del Camino (3-0). La segunda mitad de la competición abría su telón con la captura de tres puntos en San Juan del Puerto (0-1). Otras tres victorias correlativas que cerraban, sin darle lugar a hacer mella, las heridas del duelo con el Cruceño en tierras forasteras (2-1), un mero traspié después de endulzar la tarde de su afición (para delirio del Frente de la P… Viga) con el 4-2 impuesto al Cartaya una jornada antes y, por extensión, con el 3-0 con el que dictó sentencia ante un débil Paulapesca Gibraleón (tablas frente al San Roque B en Lepe de por medio). Una travesía que invita, que invita…

El sevillano Manuel Martín Novalio toma las calles de El Campillo

El sevillano Manuel Martín Novalio toma las calles de El Campillo

El veterano atleta de El Adoquín completó los ocho kilómetros del escarpado trazado minero en 27.53 · David Rojas (octavo) repitió como el mejor de los de casa · El local Yeron Marín ganó en categoría cadete

EL CAMPILLO. Manuel Martín Novalio, del C.A El Adoquín (Gerena), dominó las calles de El Campillo en el XXI Cross Urbano de la localidad minera. El veterano atleta sevillano, nacido en 1971, completó los ocho kilómetros del escarpado trazado de la prueba salvocheana con una marca de 27.53, con un colchón de un minuto y 27 segundos sobre el segundo clasificado, el aracenense Israel López Fernández. El tercer cajón del podio lo ocupó Manuel del Toro Escobar, corredor de Villalba del Alcor adscrito al Club Arcoiris de San Juan del Puerto. Su crono, 29.55. En féminas, se volvió a coronar como reina absoluta de la cita la hispalense María Belmonte Pérez, que aventajó en un minuto y 35 segundos a Basílica Postelnicu, de Dos Hermanas. La iliplense Mari Carmen Moro Mora (El Lince-Bonares) fue tercera.

La delegación campillera, más nutrida que en 2012, fue liderada de nuevo por David Rojas Sevillano (AFA-El Campillo), que estableció el octavo mejor tiempo de la general (31.51), doce posiciones más arriba que en la edición anterior tras bajar su marca en casi tres minutos. Francisco Bermejo Benito, que cruzó la línea de meta en la calle Constitución en 40.43 se erigió en su principal escudero. Más rezagados llegaron Francisco Javier Delgado Sánchez (41.56) y David Domínguez Feria (41.57) en una columna salvocheana que cerró el incansable Gregorio Palanco Hidalgo (43.48). Por delante de ellos entraron los también mineros Pedro González Romero (Zalamea la Real, undécimo con 32.24), Rafael Duque Romero (Nerva, duodécimo con 33.56) o Manuel Rocha Palomo (Minas de Riotinto, decimocuarto con 34.28).

La carrera campillera, en la que participaron 72 atletas entre todas las categorías, también sirvió para descubrir a una nueva perla local, Yerón Marín García (CEIP La Rábida), ganador de la prueba de cadetes con un crono de 10.47, nueve segundos menos que su inmediato perseguidor, el sanjuanero Jairo del Valle Romero (El Lince-Bonares). En el cuadro femenino fue la lepera Sonia Hernández Garzón (El Lince-Bonares) quien se adjudicó el título. En benjamines, se impusieron los cartayeros Daniel Moreno Domínguez y Dalia Santos Ambrosio; en alevines, Marta Corazón Herrera (Ciudad de Lepe) y el sanjuanero Esteban Villegas Domínguez (Arcoiris); y en infantiles, Alejandro Jesús Pereira Godinho (C.A. Cartaya) y la onubense Amaia Moreno Belinchón (Atletismo Curtius). José Manuel Pereda Moral (Nerva) e Iván Muñiz de la Osa (Aracena) hicieron lo propio en juveniles y júnior.

El Campillo C.F. se complica

Los mineros dejan atrás el arranque liguero que los situaba como una de las revelaciones de la temporada y se acerca de manera peligrosa a los puestos de descenso

EL CAMPILLO. Siete jornadas sin conocer la victoria dejan atrás la racha que, en el arranque, llegó a situar al Campillo entre los grandes espadas de la Regional Preferente onubense en el año de su retorno a la máxima categoría del fútbol provincial. Ahora, el encadenamiento de resultados negativos, incluido entre ellos el esperpéntico duelo con el Tharsis en el Francisco Valero Rojas (suspendido con 2-2 tras sufrir los blanquiazules dos expulsiones y tres presuntas lesiones en escasos segundos) complican al conjunto minero y lo aproximan al precipicio de la zona de descenso. El colchón se ha desinflado hasta los tres puntos.

El último episodio, una derrota por 2-1 con el Rosal. Antes los hombres de José María Coronado, habían cosechado un meritorio punto en el campo en el que consumaron el ascenso la temporada pasada, el del Villablanca gracias a un gol de Jero. En medio de ambos envites, el enfrentamiento ante el Tharsis, uno de los favoritos, en el feudo campillero, donde llegaron a dominar el marcador con un 2-0. Un penalti inexistente (a los salvocheanos también le habían señalado uno injusto que falló Vizcaíno y que dio lugar a otra pena máxima bien pitada que transformó Jaime en el 2-0 para ampliar la renta inaugurada por el tanto tempranero de Rubén Coqui) y un gol al borde del descanso de los rojiblancos neutralizaron la ventaja. Después del descanso, las dos rojas a Rubén y Vizcaíno y, acto seguido, las tres lesiones simultáneas tras sendos cambios que dejaron a los blanquiazules con seis y obligaron al colegiado a suspender el encuentro.

A la espera de que el Comité de Competición dicte su fallo (el árbitro tildó de sospechosas las lesiones, aunque los jugadores acudieron al Hospital de Minas de Riotinto en busca del correspondiente parte médico) todo apunta a que, ya sea en el campo o en los despachos, el Campillo perderá el partido, parado cuando aún quedaba casi toda la segunda mitad por delante. A priori, demasiado tiempo para aguantar el 2-2 en el marcador ante uno de los colosos del campeonato. Aunque cosas más extrañas escriben la historia del balompié.

El siguiente escollo era la fortaleza fronteriza del Rosal. Los mineros no pudieron conquistarla. La batalla se cerró con un 2-1 favorable a los de casa. Fernando adelantaba a los locales en torno a la media hora de juego. Instantes después Raúl se saca un enorme zapatazo desde fuera del área ante el que nada puede hacer el cancerbero visitante Juan. El Campillo apretó en el segundo periodo. En el minuto 54, el veterano Vizcaíno acortaba distancias. Todo podía ocurrir en un choque que entró en una fase de idas y venidas. Los rosaleños empujaban el reloj ante el miedo de que se les fuera la victoria de las manos. Ello, pese a que los campilleros terminaron con diez por la expulsión de Liberto.

El Mazagón barre al Campillo

El Mazagón barre al Campillo

Los costeros fueron superiores a un conjunto minero sin ideas que acabó crispado por las decisiones arbitrales

EL CAMPILLO. El Mazagón barrió al Campillo en el Francisco Valero Rojas. Los costeros fueron superiores a la escuadra minera y se llevaron los tres puntos en juego merced a un 0-3 sellado en la segunda mitad. El juego de toque de los visitantes bastó para neutralizar las aspiraciones de unos blanquiazules que, sin ideas en el centro del campo, se agarraban a la posibilidad de una contra o a alguna acción a balón parado para sacar un resultado positivo del envite. La suerte no acompañó y las huestes de José María Coronado, que acabaron crispados con el árbitro, encadenaron su tercera derrota consecutiva y su cuarta jornada seguida sin conseguir la victoria. Los salvocheanos son ya undécimos y sus próximos rivales son el Villablanca a domicilio y el Tharsis, el líder, en casa.

La primera mitad, no obstante, fue aburrida. El cuero no salía de la parcela central, casi siempre bajo los dominios del Mazagón. El 0-0, en este contexto, fue inamovible, aunque también por el acierto de Manuel David, que evitó el que pudo ser el 0-1 en un mano a mano ya al borde del descanso. Todo cambió tras el paso por los vestuarios. Los costeros  dieron paso hacia delante ante un conjunto campillero agazapado, incapaz de hilvanar jugadas ni de salir de su zona. La empresa se tornaba cada vez más difícil para los mineros y se hizo inviable en el minuto 65, cuando el trencilla marca el punto fatídico por manos de un defensor en el área. José Mier adelantaba a los suyos desde los once metros. Cuatro minutos después el conjunto visitante minaba todas las esperanzas de los locales con un nuevo tanto, firmado por José Ángel, que fusilaba al meta blanquiazul.

El 0-2 convirtió el choque en un querer y no poder de un Campillo CF que acabó crispado, soliviantado, por las decisiones arbitrales, enfrascados en un clima de protestas continuadas. El esférico apenar rodaría ya sobre el césped artificial del Francisco Valero Rojas. Ya no había opción de enmendar la zozobra. Y la poca que había, la desbarataba el cancerbero Palomar. Menos cuartel habría aún a partir del minuto 71, cuando Juanfe, de cabeza, apuntillaba a los mineros con el 0-3. Ahí murió el encuentro. La contienda estaba vista para sentencia, con los salvocheanos condenados al sufrimiento, máxime si se tiene en cuenta el calendario inmediato al que se enfrenta. El objetivo es la permanencia, de momento en el bolsillo, pero el colchón del buen arranque liguero empieza a desinflarse.

CAMPILLO CF-MAZAGÓN: 0-3

CAMPILLO CF: Manuel David, España, Wifly, Rubén, Israel (Dani, 78’), Enmanuel, Jaime, Caballero, Iván (José, 48’), Vizcaíno (Juanjo, 84’) y Víctor (Gordillo, 57’).

MAZAGON CF: Palomar, Fernando Guisado, Juanma Bravo, Antonio Mier, José Manuel, Elbe, Juanma Barba, David, José Ángel, José Mier y Juanfe.

Árbitro: Martínez Rodero, auxiliado en las bandas por Navarro Álvarez y Vázquez Gálvez. Bien, en líneas generales, aunque con algunos errores de bulto que fueron muy protestados por el cuadro local. Expulsó al visitante José Manuel por doble amonestación (50’ y 80’) y al entrenador (59’) y al portero suplente entrenador (88’) del Campillo. Mostró la cartulina amarilla a los locales Jaime (43’) y Rubén (65’); y a los forasteros Fernando Guisado (50’), Juanfe (62’) y Elbe (89’).

Goles: 0-1, José Mier (65’), de penalti. 0-2, José Ángel (69’). 0-3, Juanfe (71’).

Incidencias: Partido de la duodécima jornada liguera disputado en el Fracisco Valero Rojas como consecuencia de la remodelación del campo Mazagón. Floja entrada. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de la madre del delegado del Comité Técnico de Árbitros Onubenses, Manuel Herrera.